El Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruñaes el primer hospital gallego en utilizar la neuromodulación -una técnica de electroestimulación- para tratar las pérdidas de orina en niños. Se trata de una terapia no invasiva y sin efectos secundarios que el centro prueba en pequeños con vejiga hiperactiva desde el año pasado en el marco de un estudio, liderado por el doctor Iván Somoza y que cuenta con la colaboración de la Sociedad de Pediatría de Galicia, sobre posibles soluciones a las disfunciones vesicales en la población infantil. "El objetivo es ampliar progresivamente el número de usuarios", señala este médico de la Unidad de Urodinámica Pediátrica.

Las pérdidas de orina durante la infancia -a partir de los 5 años- obedecen a alguna disfunción vesical, es decir, a un comportamiento anormal de la vejiga. "Se trata de un problema frecuente ya que afecta al 15% de la población pediátrica y dentro de ellas una de las más comunes, que afecta al 10%, es la vejiga hiperactiva que se caracteriza porque los niños tienen que ir muchas veces al baño, con urgencia y esto hace que se produzcan pérdidas de orina", explica el doctor Somoza, quien revela que hasta ahora la única forma de tratar este problema era con medicación y "tenía altos efectos secundarios".

Por ello, tras la publicación de varios estudios europeos que recomendaban el uso de la neuromodulación para abordar este problema en niños -una técnica ya avanzada en el caso de los adultos-, el Materno decidió aplicarlo en pacientes en el marco de una investigación sobre las causas y las soluciones a estas disfunciones. "Probamos de forma puntual el año pasado y gracias a una beca de la Sociedad de Pediatría de Galicia ampliamos el número de beneficiarios este año", señala Iván Somoza, quien explica que al contrario que algunas terapias para adultos que obligan a visitar el hospital para recibir una punción, "esta terapia se adapta muy bien a los niños porque no es invasiva".

Esta pionera terapia consiste en la estimulación eléctrica de las raíces sacras, en la zona baja de la columna vertebral, con un dispositivo TENS (similar al que se utiliza en fisioterapia y que genera unas corrientes eléctricas no invasivas). El aparato permite regular el funcionamiento de la vejiga al reducir las contracciones que se producen en los niños con estos problemas. "Lo deben poner unos 20 minutos al día cuando estén relajados en la televisión, cenando o leyendo", explica Somoza, quien indica que el protocolo es que los pacientes lo utilicen durante seis meses en lugar de la medicación para ver cómo evoluciona pero que muchos "a los dos meses ya están bien y sin recaídas y no precisan más terapia". "Se puede utilizar también con otras funciones como regular el suelo pélvico o para regular otros patrones de la vejiga, pero aquí solo lo usamos para esto", matiza.

Hasta ahora se ha aplicado a menores que no podían tomar los medicamentos, que sufrían altos efectos secundarios o que los fármacos ya nos les funcionaban, pero en el futuro se pretende ampliar a más niños. "Se calcula que un 60% de quienes tienen disfunciones vesicales podrían solucionar estos problemas con medidas de uroterapia estándares como mejorar el aprendizaje o los hábitos a la hora de miccionar o evitar el estreñimiento, por ejemplo, y entre esas medidas no invasivas se incluye también la neuromodulación", explica el doctor Somoza, quien reconoce que estas disfunciones podrían prevenirse con buenos hábitos de micción. "En un estudio que realizamos sobre las causas vemos que hasta un 40% de los niños suele aguantarse las ganas de hacer pis y esto es negativo ", dice Somoza, quien añade: "Ocurre lo mismo con el estreñimiento, hasta un 20% de padres no eran conscientes de que su hijo lo tenía".