"¡Estoy pensando en empadronarme en Galicia!", exclama el francés Frédéric Galtier, embajador para España de nada más y nada menos que el Mundial de Bruselas, tras participar en la Semana Internacional del Vino Gallego -IGWW por sus siglas en inglés-, durante la que, a lo largo de los cinco primeros días de octubre y junto a otros trece periodistas internacionales, pudo conocer en profundidad las Denominaciones de Origen de la comunidad.

El también redactor especializado en uno de los principales periódicos belgas responde sobre su mayor sorpresa durante la visita, primero entre bromas: "¡No ha llovido en toda la semana!", y después ya más serio: "La generosidad y simpatía de los gallegos te hace sentir muy a gusto, es muy gratificante. Tienen esa humildad de los que se sorprenden con que lo suyo pueda generar interés a kilómetros de allí."

Galtier explica que tenía ganas ya de confirmar sus intuiciones sobre la calidad del vitivinícola gallego y asegura que, tras el viaje organizado por el Instituto Galego de Promoción Económica (IGAPE), sus expectativas han sido superadas: "Además de presumir de vinos excelentes, una gastronomía generosa y unos paisajes excepcionales; Galicia es, sin duda alguna, un gran terruño con una diversidad realmente destacable".

"Es fascinante experimentar la evolución de los vinos desde las partes más continentales hacia el Atlántico, conservando un parentesco evidente pero expresando matices y caracteres distintos. Este recorrido no es nada aburrido ni repetitivo. Todo lo contrario: es fascinante", continúa relatando lo que su colega italiana Anne Meglioli resume con solo cuatro palabras a la hora de calificar los sellos de calidad gallegos: "Son parecidos pero diferentes".

En opinión de Meglioli, secretaria general de la Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Vinos y Espirituosos, además de gerente de la editorial especializada en vino ENO-ONE, Galicia es esa "región vitivinícola que no te esperas en España". "Un secreto bien guardado al que le gusta compartir su fortuna", dicho de otro modo por la autora y consultora especializada en vino holandesa Janna Rijpma, también participante en la misión inversa.

Habla así Rijpma de "cientos de viñedos, en su mayoría pequeños, plantados con algunas de las variedades blancas más grandes del mundo" -"No me refiero a chardonnay o sauvignon blanc", apunta, "Galicia es la tierra del godello, la treixadura y el albariño"-. "De fuerte personalidad y carácter propio, una zona en la que la conexión con la naturaleza y la honestidad se saborean, además de en sus vinos, también en sus paisajes y gentes."

"Las colinas verdes, las montañas y los viñedos escarpados", es lo que más ha impactado a la experta durante el viaje. Una mezcla, describe, "de otras regiones vitivinícolas bien conocidas como Côte-Rôtie, Córcega o Mosel" de modo que, lo tiene claro: "Galicia es ese lugar en el que cualquier amante del vino se sentirá directamente en casa". "Estamos ante unas uvas de talento, de gran tradición familiar", concluye para dejar paso a Juan Carlos Rincón.

Premio Internacional de Periodismo Ortega y Gasset y articulista de Decanter, el freelance colombiano habla de vinos "diversos, frescos, elegantes, interesantes y con gran alma gastronómica" y concreta: "Muy valiosos los mencías frescos, los treixaduras complejos, los albariños vibrantes y los godellos gastronómicos. Además, la sorprendente Merenzao -al nivel de la Pinot Noir-, los espumantes y las pequeñas producciones con pasión e historia".

"En sólo 25 años, vuestros vinos han logrado conquistar el alma de muchos mercados, ahora hay que conquistar esos mercados", se dirige Rincón al sector y apunta: "La unión hace la fuerza, solos es más difícil". Un consejo que también hace suyo Rijpma, quien dice haber tenido "la sensación de que las D.O. no trabajan lo suficientemente juntas para promocionar la marca Galicia". Anima a unos y otros a hacerlo: "Es importante crear una conexión entre todas que pueda ser reconocible en un slogan o una palabra."

Y para slogans los que aportan los propios periodistas participantes en el viaje, entre los que se cuentan también la noruega Ann J. Samuelsen, "impresionada por la calidad de los vinos gallegos", o la suiza Thomas Vaterlaus, quien destaca "la gran diversidad de elaboraciones". De esto último da buena cuenta Galtier al ser preguntado por una sola variedad de uva: "Es muy difícil, hay tantas...", asegura.

El francés piensa ya en una nueva visita a la comunidad tras "una acogida de lujo, con equipos de profesionales que saben trabajar con simpatía y profesionalidad" como los sumilleres Luis y Alejandro Paadín, encargados de dirigirlos y acompañarlos a lo largo del recorrido.

También Anne Meglioli busca una excusa para venir de nuevo: "¿Que si valió la pena? Bromeando, diría que no pude captar todo, así que tengo que volver una vez más ... En serio: sí y dos veces sí ¿Cómo podrías sentir todas esas emociones sin ver las uvas, ubicaciones y paisajes in situ, siendo, además, guiada por personas tan apasionadas y conocedoras como la familia Paadín y sus colaboradores?" se pregunta la italiana.

"Me siento muy privilegiado y espero poder volver pronto, quizá con uno de los eventos internacionales que organizo. Hay que dar a conocer Galicia y sus vinos, contad conmigo para que se sepa", se despide en la misma línea Frédéric Galtier. La comunidad le toma la palabra.