Un tercio del alumnado entre los 9 y los 12 años pasan más de tres horas al día los fines de semana con la tablet. El porcentaje de niños supera al de niñas, si bien durante la semana el tiempo de ocio con el teléfono móvil, el ordenador o la tableta se reduce y la mayoría de los alumnos y alumnas de estas edades utiliza los dispositivos tecnológicos para jugar durante una hora.

Más de tres conlleva riesgos vinculados a la falta de práctica de deporte y también a la obesidad. Un estudio elaborado por el Grupo de Investigación Esculca de la Universidade de Santiago, que analiza los hábitos alimentarios y de actividad física en estudiantes gallegos de Educación Primaria, advierte de que "son necesarias propuestas que incrementen notablemente la práctica de la actividad física y deportiva entre los más jóvenes".

Además de la actividad física en los centros educativos, el estudio recomienda "prácticas deportivas en familia". El estudio apunta que solo "el 7,5% de los niños y el 12,6% de las niñas" afirman practicar actividad física y deportiva en familia habitualmente. "Es necesario que los niños y niñas adquieran patrones y hábitos saludables que lleguen a consolidarse en la edad adulta", apuntan los autores, que inciden en que "el uso controlado de las herramientas de ocio pasivo debe ser una prioridad de los padres, ayudando a reducir los altos índices de uso diario de elementos que fomentan el sedentarismo: televisión, videoconsolas, teléfono móvil...".

Además de las horas dedicadas al día al "consumo de ocio pasivo", el estudio apunta que el 20% de los niños y niñas de estas edades prefiere este tipo de pasatiempo a realizar actividad física y deportiva. La cantidad recomendada por la OMS de práctica de actividad física es de 60 minutos al día: el estudio admite que el 88,65% de la muestra de este análisis, realizado entre varios colegios de Santiago de Compostela, supera la cantidad recomendada de deporte diario. Apunta que los niños "tienen una mayor tendencia a practicar deporte que las niñas" y, en ambos sexos, sucede que los porcentajes de práctica son más notorios de lunes a viernes, incluye el estudio.

Veto a los hipercalóricos

Sin embargo, y ante el número de horas que los pequeños y pequeñas invierten en ocio a través de las nuevas tecnologías, "ese tiempo de práctica físico-deportiva se muestra insuficiente para llevar un estilo de vida saludable, índice que bajaría aún más si lo comparamos con una peor dieta y una peor condición de los alimentos consumidos", indica el informe. Es que el tiempo empleado en las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) "suele restarse a la práctica de la actividad física y deportiva".

También apunta el estudio que solo el 23% de los niños y el 26,7% de las niñas va al colegio caminando (teniendo en cuenta que la muestra es de ámbito urbano): el coche particular es el medio más utilizado (el 43% de los niños y un 48,9% de las niñas hacen uso del mismo).

En cuanto a los hábitos alimentarios, seis de cada diez niños y casi cinco de cada diez niñas "cumplen con las cinco comidas diarias". Al otro lado de la balanza, un pequeño porcentaje de los estudiantes analizados aseguran que no desayunan nunca por las mañanas antes de dirigirse al colegio: el 3,7% de las niñas y el 1,7% de los niños. Apunta el estudio que las niñas destacan "por el mayor consumo de fruta durante todo el día". En el recreo, por ejemplo, los alimentos que más consumen en este tramo de edad son un bocadillo (el 52,3% de los niños y el 57,4% de las niñas) y la fruta (un 42,5% de los niños y un 46,3% de las niñas).

Si bien el análisis considera que los jóvenes participantes siguen un patrón "saludable", apunta que sería conveniente "disminuir en la medida de lo posible los alimentos hipercalóricos que se consumen entre las comidas principales, en su mayor parte dulces azucarados, bebidas carbonatadas y azucaradas y alimentos ricos en grasas trans, sustituyéndolas por un mayor consumo de fruta o, simplemente, no consumiéndolos".

El informe añade que sería "interesante" revisar los hábitos alimentarios de los más jóvenes en edad escolar, disminuyendo el consumo de productos lácteos y farináceos.