Asegura que los voluntarios son "la fuerza" y el pilar básico para que Cáritas pueda desarrollar sus programas de ayuda a colectivos desfavorecidos y resalta que todos ellos reciben formación para mejorar la asistencia prestada. El presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, participó ayer en el Encuentro del Voluntariado de Cáritas Interparroquial de A Coruña que se celebró en el Hogar de Santa Margarita, donde impartió la charla Cáritas Española en la realidad social actual. Una conferencia en la que explicó a qué retos se enfrenta esta entidad diez años después de que estallase la crisis económica.

- La tasa de población en riesgo de pobreza bajó en el último año, pero uno de cada cuatro españoles vive en esta situación

-El informe que estamos realizando y que publicaremos el próximo año sí revela que ha mejorado la situación de la economía en España, pero desgraciadamente las personas que necesitan hacer un gran esfuerzo económico siguen ahí, hay un nivel de pobreza importante y las personas que solicitan ayuda siguen ahí.

- Entonces, ¿Cáritas mantiene la misma demanda de ayuda?

-Sí, se mantiene la demanda de ayuda. Por eso Cáritas sigue donde está. Ojalá algún día no seamos necesarios.

- Con la crisis, ¿han tenido que ir readaptando sus proyectos para cubrir nuevas necesidades?

-Sí, Cáritas está en continua evolución. Somos más de 70 Cáritas Interparroquiales por todo el país y cada una tiene su propia dirección y desarrollan sus propios proyectos en función de la demanda y las necesidades que más se precisen en esa zona. Lo que puede necesitarse en un Cáritas de Cataluña, nada tiene que ver, por ejemplo, con lo que se precisa en Granada o en Madrid. Todos tenemos la misma finalidad, pero es cada una la que desarrolla sus propios proyectos.

- Ha cambiado el perfil de quien solicita ayuda...

-Sí, antes era casi todo el mundo español mientras que ahora cada vez tienen más peso las personas que vienen de otros países, inmigrantes que solicitan ayuda.

- Uno de cada diez ciudadanos en riesgo de pobreza tiene un empleo. ¿Les llegan casos de este tipo?

-Sí, vemos casos de personas que tienen empleos, pero muy precarios y que tienen que pedirnos ayuda. Nosotros intentamos no solo darles de comer o apoyos de este estilo sino darles formación, llevar a cabo un desarrollo de vida humana para que salgan adelante, que en el futuro puedan enfrentarse a responsabilidades y tengan más opciones laborales.

- ¿Qué tipo de ayuda ofrecen desde Cáritas?

-Desde casas de acogida hasta apoyo a personas mayores, a niños, el economato, proyectos de economía solidaria... Estamos no donde consideramos que hace falta sino donde nos exigen que estemos porque hay una necesidad.

- ¿Las administraciones han hecho los 'deberes' en la atención a la población desfavorecida o entidades como Cáritas realizan parte de esta labor?

-La interlocución de entidades como Cáritas con la administración es siempre muy importante para sacar adelante gran parte de nuestros proyectos, pero en el caso de Cáritas depende de la administración hasta cierto punto. Un tercio de nuestra financiación es pública, pero los otros dos tercios proceden de donaciones, de empresas, etc...

- ¿Pero tienen que cubrir necesidades allí donde no llegan las administraciones?

-Sí, para eso Cáritas está donde está, repartidos por todas las parroquias, con más de 83.000 voluntarios y muchos proyectos para contribuir a salir de los momentos complicados tanto económicos como sociales.

- ¿Qué papel juegan los voluntarios en esta labor?

-Su labor, su fuerza es importantísima. Cáritas no es nada sin voluntarios, sin ellos sería imposible desarrollar todos los proyectos. Además, queremos que se formen para que se impliquen, que la mayoría ya lo está. Ser voluntario requiere un esfuerzo, asumir responsabilidades.

- ¿Qué requisitos se precisan?

-Hay dos formas de colaborar con Cáritas: bien informándose en la parroquia o en la sede más próxima sobre cómo ser voluntario o bien con donaciones económicas. Ser voluntario supone dar parte de tu tiempo a los demás, pero no pedimos un mínimo. Si una persona puede dos días, dos horas, pues ayudará ese tiempo, si puede toda la semana, pues toda la semana.