La pedagoga vanguardista y docente destacada del siglo XX Antía Cal y la escritora feminista María Xosé Queizán son las dos ganadoras del Premio Otero Pedrayo -organizado esta vez por la Diputación de A Coruña y convocado por las cuatro instituciones provinciales y la Xunta-. Es la primera vez que este premio recae en dos mujeres desde su creación, hace ya más de cuarenta años.

El premio ha querido destacar a dos mujeres pioneras en el mundo de la enseñanza y en la introducción del gallego en la escuela, en el caso de Cal, y en la defensa de los derechos de las mujeres desde todos los ámbitos, en el caso de Queizán.

El presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, destacó en declaraciones a la prensa que el premio "recae en dos mujeres con trayectorias sólidas y comprometidas con nuestra cultura y nuestro país, con biografías que hablan de un trabajo inmenso, desarrollado en distintos ámbitos como son la enseñanza y la literatura", destacó González Formoso.

Un premio que además de perpetuar y honrar la memoria de Otero Pedrayo en el campo de las letras y el conocimiento, premia las obras que contribuyan a la cultura gallega y a promocionar los valores propios de Galicia.

Antía Cal (La Habana, 1923), pedagoga, fundó en 1961 junto a su marido, el oftalmólogo galleguista Antón Beiras, el Colegio Rosalía de Castro de Vigo y marcó todo un hito en el movimiento de renovación pedagógica de Galicia, ya que este centro se convirtió inmediatamente en un foco de irradiación progresista de nuevas tendencias pedagógicas y sensibilización galleguista, desde su compromiso firme con la formación de generaciones de gallegos y gallegas.

Por su parte, María Xosé Queizán (Vigo, 1939), escritora, profesora y activista, inició en los años 50 la amplia trayectoria vital y profesional de compromiso con la lengua y cultura de Galicia, que desarrolla hasta hoy en las múltiples vertientes: enseñanza, narrativa, ensayo, poesía, traducción, teatro... que hacen de ella una polígrafa de la cultura gallega. Defensora incansable del papel social de la mujer y iniciadora del movimiento feminista gallego, reivindica un feminismo único, racionalista y defensor de los valores de libertad e igualdad. Haciendo gala de su sentido del humor, recientemente declaraba en una sorpresa que le ofrecieron decenas de amigas feministas en un restaurante vigués: " Creen que vou morrer mañá pero non, vou morrer hoxe dun infarto pola emoción". A ese reconocimiento se une ahora este galardón.

Tras conocerse la resolución del jurado, las redes sociales visualizaron el aplauso de las asociaciones de escritores en lengua gallega y del ámbito de la docencia.