Hasta ahora existía una gran controversia sobre si los pacientes con insuficiencia cardiaca (IC), que en España sufren más de 390.000 personas, presentan o no mayor riesgo de desarrollar cáncer, con resultados contradictorios en diferentes poblaciones. Un estudio realizado por el Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Álvaro Cunqueiro de Vigo y presentado en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), clausurado el viernes en Sevilla, demostró que el riesgo de desarrollar cáncer tras un ingreso por IC es dependiente de la fracción de eyección, es decir, del porcentaje de sangre que se expulsa con cada latido desde el ventrículo izquierdo con cada latido, un índice denominado fevi (siglas de fracción de eyección del ventrículo izquierdo).

Según informó la SEC, los resultados arrojan que aquellos pacientes con IC con la fracción de eyección igual o mayor al 50% tienen un 75% más de riesgo de desarrollar cáncer que aquellos con fevi inferior al 40%. Los factores de riesgo compartidos entre ambas enfermedades y los mecanismos fisiopatológicos comunes podrían explicar esta asociación.

La insuficiencia cardiaca es una enfermedad grave que impide el correcto bombeo del corazón, haciendo que no llegue suficiente riego sanguíneo al organismo y que se acumulen los líquidos que el corazón no expulsa adecuadamente. Esta patología afecta a más de 390.000 personas en España (el 8,8% de los mayores de 74 años).

El grupo de investigación gallego, liderado por el doctor Andrés Íñiguez, anterior presidente de la Sociedad Española de Cardiología, está poniendo mucho énfasis en el estudio de la asociación entre cáncer y enfermedad cardiovascular. "Con nuestro estudio pretendíamos esclarecer si existía aumento del riesgo de cáncer en función de la fracción de eyección ventricular izquierda, teniendo en cuenta los tres estadios propuestos por la Sociedad Europea de Cardiología: fevi igual o mayor del 50%, fevi entre 40 y 49% y fevi menor del 40%", explica la doctora Isabel Muñoz, primera firmante del estudio.