El Servicio de Cardiología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo realizó una intervención pionera para devolver esperanza y calidad de vida a una paciente de 81 años con una infrecuente insuficiencia severa, limitante y de pronóstico muy grave. A finales de agosto, le implantó una prótesis de válvula tricúspide, diseñada a medida y que solo se había utilizado en dos ocasiones en Alemania y otra en Suiza -donde se fabrica-. La mujer, que no era capaz de andar más de diez metros en llano, ha recuperado ya una vida normal para su edad.

El corazón tiene cuatro válvulas. La tricúspide es la que se sitúa entre la aurícula derecha y el ventrículo derecho e impide que la sangre que debe ser bombeada a los pulmones haga el camino contrario y regrese a las venas cavas por las que llegó. Este problema surge cuando no cierra bien. Es una insuficiencia infrecuente en grado severo, como era el caso de la paciente, según explicó el jefe de servicio de Cardiología, el doctor Andrés Íñiguez. La paciente llegó a la consulta de Cardiología derivada por su médico de familia por una dificultad respiratoria progresiva y muy limitante e inflamación de piernas por la retención de líquidos que provocan las insuficiencias cardíacas descompensadas. Tenía dificultad para dormir si no lo hacía con varias almohadas y apenas podía caminar diez metros en llano.

El tratamiento habitual es el diurético, pero a ella le provocaba hipertensión, calambres? La cirugía convencional en estos casos tampoco era una opción, ya que su mortalidad de por sí alta -de entre un 8 y un 15%- aumentaba con la alta fragilidad de esta paciente, con antecedentes de hipertensión, colesterol y con una fibrilación auricular crónica y permanente. "El riesgo quirúrgico era muy elevado", explica el jefe de sección Francisco Calvo. La mortalidad de esta enfermedad, si no se trata, es de un 36% en el primer año y del 60% a los cuatro. Pero para pacientes como esta mujer, en la actualidad, no hay ninguna alternativa testada. Se están probando distintas técnicas de forma experimental. Gracias al contacto con otros hospitales del mundo y con la industria que les mantiene al día en los nuevos dispositivos para tratamientos percutáneos, los cardiólogos vigueses tenían la oportunidad de probar una solución pionera: la implantación de una endoprótesis bicava valvulada. Una intervención con menos riesgos que la convencional al hacerse mediante cateterismo. De entre 75 aspirantes, esta mujer fue la escogida al ajustarse a diversos requisitos, como sus condiciones anatómicas.

A partir de una recreación tridimensional de la aurícula derecha y las venas cavas de la paciente con imágenes TAC, se diseño una válvula a medida. El doctor Calvo destaca que es un ejemplo de "medicina personalizada" en la que está el futuro de la especialidad. Este dispositivo es una especie de stent realizada con una aleación de niquel y titanio -nitinol, de gran elasticidad- y recubierta por tejido porcino. Dentro de un catéter la llevaron hasta la aurícula derecha, donde la desplegaron y anclaron a las cavas.