Sanidade no concretó las nuevas recetas que planteará para atajar el consumo de alcohol entre menores, pero sí lo hizo la comisión mixta de Congreso y Senado, cuyo informe solo contó con las abstenciones de PNV y ERC y debía constituir la base con la que el Ministerio de Sanidad elaborase una nueva ley.

Entre las medidas de ese informe, destacaban la prohibición de la venta y consumo de alcohol en la vía pública, centros deportivos, parques temáticos, cines y espectáculos en horario infantil, vetos que deberían plasmar los ayuntamientos a través de sus ordenanzas. También se plantea prohibir la venta de alcohol en las gasolineras y promociones de dos bebida al precio de una, conocidas como happy hour.

Además de elevar los impuestos al alcohol, los partidos abogan por hacer partícipes a los padres de los castigos a los menores. En Galicia, estos son sancionados con entre 600 y 3.000 euros, que pueden sustituirse por actividades reeducativas. Los partidos de las Cortes proponen obligar a los padres a acudir a estas junto a sus hijos, si bien aboga por diferenciar entre casos reincidentes y por gravedad.

En el ámbito del control, apuestan por rebajar la tasa de alcohol permitida para conducir, luchando así contra una de las principales causas de fallecimiento en las vías, y endurecer los castigos a los establecimientos que vendan estas bebidas fuera de los horarios permitidos o en la calle. En caso de permitir el acceso de los menores al alcohol de forma reiterada, se podría clausurar estos locales.

Además, se establecería un protocolo para los casos de ingresos por intoxicación etílica en las urgencias de un centro médico. En ese caso, el menor debería ser contactado por un trabajador social o ser derivado a Servicios Sociales en caso de gravedad.