La justicia española anunció ayer su oposición a la creación del primer sindicato de trabajadoras del sexo en el país, que en agosto había recibido la luz verde de la administración a espaldas del gobierno socialista. La Audiencia Nacional anuló los estatutos de este sindicato bautizado Organización de Trabajadoras Sexuales (Otras), según indicó en un comunicado sobre esta sentencia firmada el lunes.

El tribunal juzgó que no se puede admitir un sindicato para defender a personas con "actividades que, por su naturaleza, no pueden ser objeto de un contrato de trabajo válido como es la prostitución por cuenta ajena". Autorizar este sindicato supondría, a criterio del tribunal, "reconocer como lícita la actividad del proxenetismo", ilegal en España.

El sindicato Otras había argumentado que no solo agrupa a prostitutas, sino también a actores porno o personas dedicadas al sexo telefónico. Pero según el tribunal, el hecho de no excluir a las personas dedicadas a la prostitución conlleva su "ilegalidad manifiesta".

Las promotoras del sindicato anunciaron que recurrirán la sentencia pero le restaron importancia, asegurando que los estatutos eran provisionales y que su anulación no les impedirá "seguir trabajando".