El anteproyecto de nueva ley orgánica de Educación, con la que el actual Gobierno pretende dejar atrás la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) en vigor desde 2013, incluye un informe orientador sobre la situación académica del estudiante y su proyección de futuro. El texto entregado a la comunidad educativa establece que al finalizar el segundo curso de la etapa "se entregará a los padres, madres o tutores legales de cada alumno o alumna un consejo orientador, que incluirá un informe sobre el grado de logro de los objetivos y de adquisición de las competencias, así como una propuesta de la opción más adecuada para continuar su formación".

El objetivo es que estudiantes y familias, en mitad de etapa, se hagan una idea de las opciones de futuro que se abren para el alumno o alumna. Añade el documento que la propuesta "podrá incluir la incorporación a un programa de mejora de oportunidades o a un ciclo de FP Básica". El texto incorpora literalmente que en la educación secundaria obligatoria "se prestará especial atención a la orientación educativa y profesional del alumnado" y esta orientación "adoptará una perspectiva de género".

En 2º de Secundaria fija también una de las evaluaciones de diagnóstico "de las competencias básicas alcanzadas". "Esta evaluación, competencia de las Administraciones educativas, tendrá carácter informativo, formativo y orientador para los centros, para las familias y para el conjunto de la comunidad educativa", apunta el documento. El anteproyecto recoge medidas avanzadas por la ministra de Educación, Isabel Celaá, desde que anunció su intención de corregir los aspectos "más lesivos" de la Lomce.

Se retirarán las evaluaciones de la Lomce, y en su lugar habrá evaluaciones de diagnóstico en 4º de Primaria y 2º de ESO. Las evaluaciones de la Lomce, también conocidas como reválidas, se plantearon inicialmente como exámenes obligatorios para pasar de etapa pero no llegaron a aplicarse, quedando finalmente en evaluaciones de diagnóstico de fin de etapa.

En Educación Primaria se recuperarán los tres ciclos y "se añade en el tercer ciclo (alumnos de entre 10 y 12 años) un área de Educación en valores cívicos y éticos, en la cual se prestará especial atención al conocimiento y respeto de los Derechos Humanos y de la Infancia y a la igualdad entre hombres y mujeres". Además, Valores Cívicos y Éticos será asignatura en Educación Secundaria y gana peso Filosofía, con asignaturas en ambos cursos de Bachillerato. Al mismo tiempo, Religión no será obligatoria y dejará de contar para la nota media. El planteamiento del actual Gobierno para los estudiantes de Secundaria que no obtengan el título es concederles "una certificación oficial" en la que constará el número de años cursados y el nivel de adquisición de las competencias básicas.