La mujer asesinada presuntamente por su expareja ayer en Monzón (Huesca) no lo había denunciado en los últimos cinco años, aunque detenido, de 48 años y residente en Binéfar, tuvo una orden de alejamiento de la víctima durante dos meses en 2013. Así lo aseguró la subdelegada del Gobierno en Huesca, Isabel Blasco, antes de participar, junto al alcalde, Álvaro Burrell, y cientos de vecinos en la concentración de repulsa celebrada en Monzón contra el asesinato.

Los dos hijos de la pareja, de 4 y 8 años, estaban en el domicilio en el momento del ataque, realizado con un arma blanca, y quedaron bajo custodia de la familia materna. Blasco recordó que las agresiones a las mujeres son también en muchas ocasiones agresiones a los hijos, e instó a denunciar.