La llegada del mal tiempo favorece la aparición de los catarros, aunque no sean procesos que se presenten únicamente en otoño e invierno. Lo que sí se cumple es que las consultas médicas se saturan en momentos puntuales en los que casi todos los pacientes acuden con síntomas relacionados con el proceso (mocos, tos, etc.).

El diagnóstico y tratamiento debe ser realizado por el médico, pues es el único capacitado para hacerlo. Es importante acudir a la consulta para que sea él quien decida lo que más le conviene al paciente evitando así la tan denostada automedicación a la que muchas veces recurrimos sin pensar en las consecuencias. Además, no es lo mismo una gripe, una neumonía o un catarro, ni necesitan el mismo tratamiento.

Desde el punto de vista "natural" se han utilizado y siguen usándose diferentes compuestos a los que se les atribuyen propiedades relacionadas con la reducción de los síntomas asociados al proceso. Destacaría: ajo, limón, miel, eucalipto, regaliz, echinácea, jengibre, salvia, lavanda, etc. Cualquiera de ellas debe ser pautada por el especialista porque no resultan completamente inocuas y no pueden ser consumidas sin el adecuado control.

El eucalipto se ha utilizado tradicionalmente para reducir los síntomas asociados a los enfriamientos y cambios de temperatura propios de la estación invernal. Si vives en una zona en la que hay estos árboles, aprovecha para dar un paseo tranquilamente respirando aire puro. También puedes recoger unas hojas con cuidado para no dañar el árbol y utilizarlas para preparar unas inhalaciones que te ayudarán a despejar la nariz.

El nombre científico del árbol es Eucalyptus globulus y es originario de Australia. Se introdujo en Europa a finales del siglo XIX para sanear eficazmente las zonas pantanosas; actualmente son muchos los ecologistas que se quejan de que ha ocupado (y destruido) los ecosistemas por alterar la flora autóctona. En fitoterapia se usan las hojas por sus propiedades como antiséptico de las vías respiratorias.

Entre los componentes químicos destacan:

-Aceite esencial cuyo componente principal es el eucaliptol, mucolítico (que fluidifica las secreciones pulmonares favoreciendo su expulsión), antiséptico y expectorante.

-Polifenoles (flavonoides como el rutósido)

-Ácidos fenoles

-Euglobales (terpenoides con propiedades antiinflamatorias)

-Derivados cetónicos con propiedades antioxidantes

Estos principios activos son los responsables de sus propiedades farmacológicas. Se considera que las hojas del eucalipto son expectorantes, mucolíticas, balsámicas, antisépticas, antioxidantes y antiinflamatorias.

Se considera indicado para mejorar: infecciones de vías respiratorias, congestión nasal, mucosidad excesiva, sinusitis, laringitis, bronquitis benignas, algunas alergias, dolores reumáticos, heridas, hiperglucemia. En España se autoriza su uso para las afecciones respiratorias: garganta, nariz, senos nasales, bronquios, afecciones agudas de los bronquios y gripe.

Se han producido efectos negativos en algunos consumidores que se manifiestan en forma de náuseas, vómitos, depresión respiratoria, etc. No se recomienda su utilización por vía oral durante embarazo y lactancia ni inhalaciones en niños menores de 3 años.

Se indica su consumo en infusión (tres tazas al día) o inhalaciones de vapor para limpiar y despejar la nariz; en cápsulas (descongestivo), en jarabe o caramelos (para aliviar la tos), etc. Se ha comercializado sólo o combinado con otros compuestos en preparados en los que se potencia sinérgicamente la actividad de todos ellos. La combinación del aceite esencial de eucalipto, mentol y alcanfor aumenta la efectividad en las afecciones respiratorias.

Sea cual sea la vía de administración, el aceite esencial se elimina en gran parte por vía pulmonar, lo que justifica su interés en el caso de infecciones rinofaríngeas y del tracto broncopulmonar. Precisamente esta interesante característica nos debe hacer pensar en que debemos ser cuidadosos con su consumo y utilización. Resulta imprescindible hacer un consumo racional, pues tiene efectos farmacológicos cuyo exceso puede causar daños al organismo. Consulta siempre al especialista sanitario para evitar los efectos cruzados entre la medicina tradicional y la fitoterapia. Piensa que si su uso te ayuda a recuperarte es porque sus componentes son activos y no deben ser consumidos como si fuesen totalmente inocuos.