Una mujer de 42 años, vecina de Monzón (Huesca), fue asesinada ayer en su domicilio, en el que se encontraban sus dos hijos, al parecer por su expareja, que ya fue detenido, según informaron fuentes de la Delegación de Gobierno en Aragón.

La mujer, Rokhaya D., de nacionalidad senegalesa, fue atacada con un arma blanca en su domicilio y en presencia de sus dos hijos presuntamente por el padre de los mismos y expareja sentimental, también de origen senegalés y vecino de la localidad oscense de Binéfar, según informaron las citadas fuentes.

Esta última víctima eleva a 45 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de 2018, un año en el que un total de 37 menores quedaron huérfanos, y su muerte coincidió con la conmemoración ayer, 25 de noviembre, del Día internacional de eliminación de la violencia sobre la mujer, una lacra contra la que miles de personas clamaron en varias ciudades españolas, incluida A Coruña.

Además, con el asesinato de ayer, son ya 973 las víctimas de la violencia de género desde que hay estadísticas sobre esta lacra en el país, a partir de 2003. La violencia de género arrebató también la vida a otros 27 menores -tres este año-, desde 2013, cuando empezaron a registrarse los asesinatos de los menores. Estas cifras son provisionales, ya que aún está en fase de investigación la muerte de otra mujer y las de los dos hermanos de Getafe (Madrid) a los que su padre presuntamente asesinó antes de suicidarse.

Condena unánime

El Ayuntamiento de Monzón, donde se produjo este último crimen machista, decretó tres días de luto y convocó una concentración de repulsa, a las 19.00 horas, en la plaza Mayor.

Por su parte, el Gobierno de Aragón también condenó en un comunicado el asesinato. La directora del Instituto Aragonés de la Mujer, Natalia Salvo, expresó su repulsa por este asesinato y hacia la violencia contra las mujeres, que calificó como "el problema más grave" que tiene la sociedad en estos momentos. La violencia de género "nos lastra como sociedad y lastra la democracia, que no puede ser plena mientras la mitad de ella viva insegura y en riesgo solamente por el hecho de ser mujer", destacó Salvo.