Miles de personas salieron a la calle ayer en numerosas concentraciones y protestas celebradas en distintas localidades de Galicia con motivo del Día internacional de eliminación de la violencia sobre la mujer, en las que se recordaron que, en los últimos 15 años -desde que existen registros-, un total de 57 gallegas murieron asesinadas a manos de sus parejas o exparejas.

La plaza de María Pita fue escenario, al mediodía, de una concentración convocada por el Concello da Coruña en repulsa de las "violencias machistas" y en apoyo y solidaridad con las mujeres que las sufren. El alcalde coruñés, Xulio Ferreiro, fue el encargado de leer el manifiesto En negro contra as violencias machistas, en el que aludió al compromiso del Concello en la lucha por la erradicación de la violencia contra las mujeres, y su "firme rechazo" hacia los individuos que la ejercen y hacia la complicidad de quienes la silencian".

Por la tarde, cientos de coruñeses se echaron a la calle, desafiando a la lluvia, para secundar la manifestación convocada por la Plataforma Feminista Galega contra esa lacra. La marcha partió a las 20.00 horas del Obelisco y recorrió varias calles del centro de la ciudad. "Ni una menos" fue una de las exigencias que corearon los participantes en la protesta.

En Santiago, el acto central tuvo lugar en la Praza 8 de Marzo, de donde partió a las 12.00 horas una marcha convocada por el Movimiento Feminista Compostela, a la que se sumaron en torno a dos mil personas, además de representantes de los sindicatos CIG, UGT y CC OO, y de partidos políticos como el BNG.

"¡Aquí está, aquí se ve, el feminismo gallego en pie!" fue uno de los cánticos acompañados por tambores que más repitieron los manifestantes con la finalidad de condenar la violencia machista y, al mismo tiempo transmitir un mensaje de fuerza por parte del movimiento feminista. Entre los carteles, muchos de ellos negros y violetas, se pudieron leer numerosos mensajes en apoyo a las víctimas de la violencia machista, como Por las que están, las que no están y las que peligramos. La portavoz de la Plataforma Feminista Galega, Pilar Estévez, recordó que hace años el 25-N "no estaba ni en las agendas" y que es necesario "poner la vista en el agresor y en las personas que ejercen la violencia machista contra las mujeres".

La manifestación finalizó en torno a las 13.30 horas con la lectura del manifiesto en la Praza de Praterías. En él, se recordó que en los últimos quince años -desde que existen registros- fueron asesinadas en Galicia un total de 57 mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Además, se alertó de que son 16 las mujeres que "cada día de media en Galicia, según datos de la Fiscalía, sufren violencia física y psicológica, agresiones a la libertad sexual, amenazas, coacciones o son privadas de libertad, fruto del machismo imperante de esta sociedad". "Estamos aquí por las muchas mujeres que denuncian al agresor y después de despertar la bestia tienen que entregar a sus hijos cada fin de semana a un maltratador. Un maltratador no puede ser un buen padre", prosiguió el manifiesto, en el que se puso de relieve que son más de 3.200 las mujeres gallegas que, en la actualidad, están bajo protección policial porque "tienen su vida amenaza por sus parejas o exparejas".

Ante esta situación, se reclamó una reforma en el sistema educativo, en la cual desde los colegios se promueva un ambiente y una educación igualitaria, abierta y tolerante con la diversidad sexual. "Se educa a las mujeres, la mitad de la población, para que vivamos en el silencio, para ser dóciles y sumisas. Frente a quien nos calle, gritaremos más fuerte; frente a quien nos oprima, explotaremos. El patriarcado tiene los días contados", señaló el manifiesto, que hizo referencia, también, al "mapa del miedo", que "limita en horarios para hacer actividades, pasear, aparcar el coche o salir de noche", ante el temor a sufrir agresiones. "Las mujeres tenemos derecho a una movilidad segura y a poder caminar en libertad", se exigió durante la protesta, en un texto con referencias a históricas gallegas como Concepción Arenal o Rosalía de Castro, pero también a recientes polémicas como la generada por la sentencia de La Manada o las polémicas afirmaciones del profesor Universidade de Santiago (USC) Luciano Méndez. "Nunca más una agredida volverá estar sola, nunca más una manada volverá quedar impune, nunca más Lucianos en las aulas", se reivindicó, para concluir reclamando cambios: "Queremos un cambio y nos ocuparemos de tenerlo".