La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, aseguró ayer que apenas llegará al 1% el alumnado que hará los dos cursos de Bachillerato en tres años por tener que completar asignaturas suspensas, tal y como contempla la reforma educativa del Gobierno. Celaá se manifestó así a la salida de la Comisión de Educación del Congreso, donde fue preguntada por la posibilidad de que excepcionalmente los estudiantes cursen un tercer año para completar sus enseñanzas de Bachillerato y llegar al titulo correspondiente.

El objetivo, según la ministra de Educación, es que "nadie se quede atrás y todo el mundo consiga sacar el máximo de sus potencialidades", que ninguna persona "se salga del sistema sin titular" porque ello es "condenarlas a un empleo no digno durante toda su vida".

El anteproyecto del Ministerio para reformar y derogar la Ley orgánica de mejora de la calidad educativa (Lomce) busca así "restringir las repeticiones", aclaró Celaá. En el caso del Bachillerato, se quiere "dar la oportunidad de un tercer año para completar las asignaturas de los dos cursos de Bachillerato". Según especificó Educación en una nota, el Bachillerato se hará "más flexible". Seguirá siendo de dos años, pero los estudiantes que hayan finalizado el primer curso con más de dos asignaturas suspensas no tendrán que repetir el curso completo, sino solo las materias pendientes. Asimismo, si cumplen los requisitos que se establezcan, podrán matricularse de alguna asignatura del segundo curso siempre que así lo considere el equipo pedagógico y que no sea una de las suspensas, pero no se podrán matricular del segundo curso completo.

Los estudiantes que suspendan una o dos materias sí podrán pasar al segundo curso de Bachillerato y recuperar las pendientes, tal y como sucede actualmente.

En Educación Primaria, la reforma la divide en ciclos y no en cursos que se podían repetir con la Lomce, y en Secundaria se permite obtener el título con una materia suspensa.