Muchas gracias por acompañarnos en este acto con el que celebramos en Galicia el 40 aniversario de Prensa Ibérica.

Nuestra historia comenzó en Canarias el 6 de diciembre de 1978, el mismo día que los españoles aprobamos en referéndum la Constitución.

Fue en esa fecha tan señalada cuando Prensa Ibérica inició su andadura al tomar posesión de Prensa Canaria, la sociedad editora de La Provincia y Diario de Las Palmas.

Nuestra trayectoria ha transcurrido en sintonía con los valores que representa la democracia y en paralelo a los acontecimientos que han jalonado estas cuatro décadas.

Parece que fue ayer cuando, con tanta ilusión y tantos proyectos, pusimos en marcha esta empresa familiar... ¡pero han pasado ya... 40 años!

Prensa Ibérica es el fruto del sueño que compartimos Arantza y yo, y que se ha hecho realidad gracias a nuestro empeño, al esfuerzo y la dedicación de profesionales extraordinarios, a la fidelidad de los lectores y al apoyo de los anunciantes.

Sin ustedes, hoy no estaríamos aquí...

Esta es una empresa genuinamente familiar, fundada por el matrimonio Moll-Sarasola.

No necesito explicarles una vez más la importancia de las empresas familiares en una tierra como Galicia, en la que proliferan en abundancia.

Pero, sintetizando, yo diría que el sueño compartido por ambos -por Arantza y por mí- consistía en ser capaces de engrandecer lo que habíamos adquirido para legarlo a nuestros hijos para que ellos, a su vez, hagan lo propio con la siguiente generación.

Hay quienes piensan que la labor de un editor consiste en defender determinados postulados políticos o ideológicos. Mi esposa y yo no entendemos así nuestra vocación de empresarios periodísticos. Siempre hemos creído que la función del editor es facilitar los medios para ayudar a los periodistas a realizar libremente su trabajo. Ayudamos, por tanto, a que "digan" aquellos que tienen "algo que decir".

Desde sus orígenes en Canarias, Prensa Ibérica tuvo la suerte de contar con una serie de profesionales que han sido 'figuras clave' en la expansión y consolidación del proyecto.

Hoy quiero recordar, por ejemplo, a Niceto Flores Ganivet y a Nacho Jiménez Mesa, que en paz descansen y que, desde el comienzo, nos acompañaron incondicionalmente. Pero también a grandes periodistas como Guillermo García-Alcalde, Jesús Prado, José Manuel Vaquero, Julio Puente (recientemente fallecido) o Ceferino de Blas.

La entrega y dedicación de todos ellos ha supuesto siempre un impulso renovador y definitivo a tantas y tantas iniciativas.

Vaya desde aquí mi gratitud hacia todos ellos.

Desde Canarias pusimos rumbo a la península en 1984. Ese año adquirimos La Nueva España de Asturias, Levante de Valencia e Información de Alicante. Y dos años después, llegamos a Galicia del mejor modo posible: incorporando a nuestro grupo todo un símbolo de la historia del periodismo: FARO DE VIGO, el diario decano de la prensa en España.

Las páginas de este periódico, que nació en 1853, constituyen una de las mejores crónicas de la historia de España y de Galicia. En 1986, conscientes de la responsabilidad que supone dirigir el destino de un periódico de tanta solera, pusimos en marcha un plan de relanzamiento que preparó a Faro para afrontar los retos del futuro.

Aunando tradición y modernidad, cambiamos las dinámicas de trabajo, incorporamos la última tecnología en impresión y dotamos al diario de un renovado estilo periodístico que ha consolidado su liderazgo e influencia.

Este periódico ha contado, a lo largo de sus 165 años de historia, con el sello de los más destacados profesionales del periodismo en Galicia y con la firma de grandes figuras de las letras gallegas.

Nombres de escritores como Pardo Bazán, Curros Enríquez, Álvaro Cunqueiro (que llegó a ser director de Faro) y Torrente Ballester o de dibujantes como Federico Ribas, Carlos Maside, y hasta el mismísimo Castelao dan buena cuenta de la talla intelectual de las personalidades que ha sido capaz de reunir la cabecera. La hemeroteca de FARO es un valioso testimonio del acontecer de esta tierra en el último siglo y medio...

El compromiso de Prensa Ibérica con Vigo y con Galicia, la defensa encendida de sus intereses y el alto grado de conexión que existe con sus ciudadanos, nos impulsaron en el año 2000 a lanzar en esta comunidad una nueva cabecera que en muy poco tiempo se ha ganado el respeto de todos a base de trabajo y rigor periodístico.

Les hablo de La Opinión de A Coruña, un diario moderno y con personalidad, un verdadero "nativo digital". Su edición impresa y su edición digital nacieron a la vez el 4 de octubre del año 2000, lo que habla sin duda del carácter multiplataforma del diario desde el primer día que salió a la calle. Un gran periódico que es referente informativo en A Coruña y en toda su área metropolitana.

A través de estas dos cabeceras, Prensa Ibérica reafirma en este 40 aniversario su apuesta por la información más cercana, que es la que más interesa a los ciudadanos. En definitiva, su firme compromiso con Galicia.

Han sido 40 años de noticias... pero vamos a seguir esforzándonos cada día para que sean muchos más al servicio de todos ustedes...