La escritora coruñesa Andrea Maceiras Lafuente se alzó ayer con el premio Lazarillo 2018 en la categoría de mejor creación literaria por su obra Rusgalía, según informó ayer la Organización española para el libro infantil y juvenil (Oepli) que otorga cada año estos galardones. El jurado seleccionó la obra de Maceiras (A Coruña, 1987) de entre las 119 que optaron al premio por ser un libro "bien urdido y entramado con un lenguaje poético con bellísimas escenas que transportan a un mundo galáctico". "Una apuesta a la imaginación desbordante y a la ciencia ficción", señalaban ayer desde Opli, una entidad sin ánimo de lucro que se encarga de realizar y coordinar todo tipo de actividades para promocionar la literatura infantil y la lectura entre los más pequeños de la casa.

La trama de Rusgalía se desarrolla en Dot, un pequeño planeta situado en los confines de la Galaxia Oma. Este el hogar de Quepi, una pequeña que tiene el don de comunicarse con la naturaleza. Por recomendación de su abuelo Acasi, Quepi debe mantener su talento en secreto, recluida en una cabaña perdida en un bosque. La vida de Quepi, monótona y solitaria, cambia cuando un misterioso ser se cruza en su camino. A partir de entonces, arriesgará toda su existencia por perseguir a esa singular criatura y emprenderá un viaje que le llevará a recorrer parte de esta galaxia.

La coruñesa Andrea Maceiras es doctora en Filología Hispánica y licenciada en Filología Gallega. Actualmente compagina su labor como docente con la de autora de literatura infantil y juvenil en lengua gallega. Cuenta con ocho obras publicadas en las que aborda temas como la búsqueda de identidad, los problemas sociales o el valor de lo diferente, entre otros.

El jurado del premio -formado por el presidente de la Organización Internacional para el Libro Juvenil (Oepli), Xosé Perozo, Marta Higueras, Joan Portell, Pilar Sampedro y Larraiz Uria- seleccionaron Rusgalía de entre 119 obras, de las que solo nueve estaban escritas en lengua gallega.

En la otra categoría del premio Lazarillo 2018, la de mejor álbum ilustrado, la ganadora ha sido Paloma Corral con Un fuego rojo, de la que el jurado destaca "la originalidad de la obra, el trato del color en una rica paleta de grises en contraste con colores vivos, la composición de la doble página y la secuenciación de los personajes así como una gran sensibilidad por la naturaleza". Esta ilustradora madrileña, que vive y trabaja en la capital, se alzó con el primer premio en una categoría en la que se presentaron 46 proyectos.