El Hospital de Palamós negó ayer una actuación negligente en el caso de la anciana fallecida en Urgencias tras siete horas de espera y, aunque reconoció que el centro vivía ese día una "situación excepcional", aseguró que, de haber sido atendida antes, el desenlace hubiera sido posiblemente el mismo debido a su patología previa.

La mujer, de 84 años, falleció el pasado 15 de noviembre tras esperar durante siete horas a ser atendida en el centro, al que llegó poco después de las 13.00 horas en una ambulancia procedente de una residencia de ancianos con un cuadro de vómitos y diarrea. La familia, que puso el caso en manos de un abogado, denunció que no se atendió a la anciana hasta las 20.00 horas, a pesar de que reclamaron asistencia médica repetidamente y la Generalitat abrió una investigación después de que el hospital admitiera el lunes en un comunicado que "el tiempo de espera fue superior a lo normal".

Los máximos responsables del Hospital de Palamós insistieron ayer en que la paciente murió tras complicársele una obstrucción intestinal debido a las patologías previas que presentaba y que, aunque se la hubiera atendido antes, posiblemente hubiera fallecido igual. "El resultado final es complicado de evaluar, pero probablemente no sería diferente ante la situación de la paciente, de cómo evolucionó, de los problemas que tenía de base y de sus complicaciones", apuntó el director asistencial, Xavier Pérez.

El director de urgencias, Marc Pérez, explicó, por su parte, que la anciana fue atendida por el personal de Urgencias a las 15.25 horas y que se hizo el triaje y fue clasificada correctamente con un nivel tres, que califica el caso como urgente, con necesidad de múltiples exploraciones y estabilidad fisiológica. Pérez destacó que el día de los hechos se produjo una "situación excepcional" en el centro, con 30 pacientes, el doble de lo normal, en el servicio de Urgencias.