José Antonio Prieto Fernández fue detenido ayer como presunto autor de un crimen de violencia de género. Él habría disparado dos veces a su expareja, EM.A.F., cuando se encontraban en el interior del piso de la localidad pontevedresa de O Grove que compartieron como domicilio conyugal hasta que una denuncia anterior por malos tratos hizo que se decretara para él una orden de alejamiento.

Ayer se la habría saltado esa prohibición para personarse en el piso -del que aún conservaba la llave- y presuntamente asestar dos disparos a su excompañera sentimental. Uno la alcanzó en el cuello y otro, en el pómulo. Acto seguido el varón se atrincheró en el piso, impidiendo inicialmente la entrada de las fuerzas de seguridad, e intentó suicidarse, disparándose en la cabeza hasta en dos ocasiones, según los primeros indicios.

Al cierre de esta edición los dos seguían con vida. Ella, tras haber sido rescatada a través de una ventana por la Guardia Civil de O Grove, con ayuda de una escalera y el Servicio Municipal de Emergencias, permanecía ingresada en Pontevedra, parece que milagrosamente fuera de peligro.

Mientras tanto el presunto autor de los disparos, que empleó un arma corta del calibre 22, tuvo que ser derivado desde el hospital pontevedrés a la unidad de Neurología del Álvaro Cunqueiro, en Vigo.

Tanto la víctima y el agresor son naturales de Ourense, aunque residían en la localidad grovense, junto a su hija -de 15 años-, desde hace mucho tiempo.

A la espera de los resultados de la investigación y de las prueba médicas que se practicaron a ambos todo parece indicar que el presunto autor de estos hechos había consumido cocaína antes de acceder al piso en el que se desencadenaron los hechos a mediodía de ayer, situado en la céntrica calle Castelao de O Grove, a escasos metros del puente de A Toxa.

La víctima estuvo consciente en todo momento y tras ser rescatada a través de la ventana aún tuvo tiempo, justo antes de subirse a la ambulancia, de pedir a un vecino que se hiciera cargo de su hija hasta la llegada de sus familiares desde Ourense.

EM.A.F. estaba recibiendo apoyo desde hace meses en el Centro de Información ás Mulleres (CIM) de O Grove y era, junto a su pareja, una persona muy conocida en la localidad meca.

Ambos hacían de costaleros en las procesiones del Carmen y de la Virgen de los Dolores. Él también tuvo una participación activa en la comunidad educativa, a través de las asociaciones de padres de alumnos. Ella se formaba desde hace unas semanas en el Obradoiro de Emprego impulsado por el Concello en el centro vacacional de A Lanzada. En tales instalaciones se prepara para acceder al mercado laboral como camarera, después de haber trabajado en diferentes tiendas de la villa, entre ellas una conocida zapatería. Está considerada "una mujer simpática y muy habladora", explican quienes la conocen.

El Juzgado de Instrucción número cuatro de Cambados, que ayer estaba de guardia, es el mismo que en agosto decretó la orden de alejamiento y prohibición de comunicación que sigue activa a estas alturas.