Todos los gallegos que tienen reconocida la condición de asegurados o de beneficiarios por la Seguridad Social disponen de una tarjeta individual que acredita el acceso al Sergas, pero no todas las tarjetas sanitarias son iguales. Existe un tipo especial, las AA, que responde a las siglas de "atención y acompañamiento", con las que el Sergas facilita el acceso a servicios sanitarios de cualquier nivel asistencial, desde el ambulatorio al hospital, a pacientes con ciertas patologías como el autismo o el alzhéimer, por ejemplo. Sus beneficiarios rozan hoy en día los 5.000.
¿Y para qué sirve? Para lo mismo que una tarjeta sanitaria normal, pero conlleva ciertas ventajas añadidas, como la "preferencia" a la hora de ser atendidos y que un familiar pueda acompañar al paciente en todo el proceso. El Sergas explica que se trata de "minimizar", en lo "posible", las esperas en las consultas -tanto en los centros de salud, como en las externas o en los servicios de urgencias y hospitalización- y permitir a los acompañantes del paciente (o cuidadores) que puedan seguir a su lado de forma "permanente" mientras reciben asistencia sanitaria -a no ser que una circunstancia "clínica" lo impida o desaconseje-.
En la práctica, y según la instrucción colgada en la web de Sanidade, los pacientes diagnosticados con las patologías a las que se reconoce el derecho de la tarjeta AA -en este momento trastornos del espectro autista, alzhéimer, parálisis cerebral o con una discapacidad grave asociada a trastornos de conducta y/o problemas de comunicación, aunque el Sergas está capacitado para incluir otras en el futuro-, tienen regulado un protocolo de acogida específico, que deben aplicar los profesionales sanitarios. "Respetando siempre la intimidad del paciente y la confidencialidad de sus datos, se activará el protocolo AA y se informará a los demás pacientes que están aguardando de la necesidad de dar preferencia" a estos enfermos "por motivos médicos", señala la instrucción.
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Sanidade subraya que esa consideración de accesibilidad preferente, tanto en atención urgente (en función de su prioridad clínica, matiza, no obstante) como en atención programada, debe ajustarse "en lo posible al horario de citación establecido para minimizar su espera". Ya hace más de un lustro que el Sergas activó en Galicia este tipo de prestación específica para las dolencias señaladas, aunque la pionera fue el autismo. Entonces el objetivo de la doble AA en la tarjeta sanitaria de este colectivo buscaba "minimizar el impacto" o "solventar las limitaciones comunicativas que pueden ocasionar para estos enfermos ciertas situaciones, como acudir a centros sanitarios con "muchas personas".
En la actualidad, el número de beneficiarios es reducido, pero aún así, roza los cinco mil. En concreto, los ciudadanos dados de alta en tarjeta sanitaria con aviso AA ascienden a 4.931 y casi unos 2.000, se trata de pacientes mayores. Sanidade contabilizaba 1.928 beneficiarios de tarjetas AA entre los mayores de 60 años y1.567 entre quienes no habían cumplido los 21.
