Una pila contamina el agua que una familia de cuatro miembros beberá a lo largo de toda su vida, las luces de Navidad consumen lo mismo que 1.200 hogares en un año y más del 40% de la comida que se prepara en estas fechas acaba en el cubo de la basura, según los datos de organizaciones como Ecologistas en Acción o la gallega Adega -autora, junto con el Centro de educación ambiental Ceneam, del documento Por una Navidad más verde- que piden a la población que aproveche las fiestas navideñas para "mirar un poco por el medio ambiente", con los siguientes consejos.

EPilas. Una pila de botón puede contaminar hasta 600.000 litros de agua, la cantidad que beberá una familia de cuatro miembros a lo largo de su vida. Adega alerta de que las pilas son uno de los elementos más contaminantes, pues contienen mercurio, níquel o zinc. "El mejor remedio para evitar posibles contaminaciones es reducir su uso y optar por juguetes sin pilas o electrónicos", apuntan desde la organización.

EIluminación. El consumo de energía se dispara en Navidad, sobre todo, por las luces que adornan las calles y los árboles de las viviendas. Desde Adega alertan de que una gran ciudad puede llegar a tener, en estas fechas, un gasto extra de 3,6 millones de euros, el equivalente al consumo de 1.200 hogares en un año. "El tema de las luces navideñas es uno de los más problemáticos en estas fechas. Es cierto que a los niños, y a la gente en general, les hace ilusión, pero los ayuntamientos han de limitar su horario y optar por bombillas de bajo consumo", apuntan desde Adega, y aconsejan seguir las mismas premisas en casa.

EResiduos y envoltorios. La Navidad duplica la basura en los hogares españoles hasta el punto de que, entre el 24 de diciembre y el 6 de enero, los contenedores se llenan con hasta un 35% más de papel y cartón -procedente, en buena medida, de los envoltorios de los regalos-, y un 50% más de vidrio. "Hay que evitar el exceso de embalajes de los productos y reutilizar el papel de regalo o, incluso, usar cualquier otro tipo de papel", destacan desde Adega. "Debe hacerse primar el continente sobre el contenido", añaden, al tiempo que aconsejan "rechazar las bolsas de plástico".

EMedios de transporte. Las interminables colas de vehículos en dirección a los centros comerciales de las grandes ciudades se traducen en un incremento de las emisiones de CO2 a la atmósfera. Para reducir esta contaminación, la organización ecologista gallega recomienda recurrir al transporte público, y sugiere varios trucos para cuando esto no sea posible, como apagar el motor del coche en las caravanas, intentar conducir siempre usando marchas largas, evitar los acelerones y frenazos bruscos y no abusar de la calefacción.

EJuguetes y regalos. Siete de cada diez juguetes que se venden en España se compran en Navidad, de ahí que, desde Adega, hagan una llamada al "sentido común" y a tener en cuenta aspectos como el reciclaje a la hora de tirar a la basura los envoltorios (cajas o papeles) e, incluso, los juguetes que ya no se usan o se encuentran inservibles, e inviten a hacer una reflexión antes de desempolvar la billetera. "Cuando se va a comprar un regalo hay que pensar si la persona a quien va destinado necesita ese artículo, cuánto tiempo le va a durar y de dónde procede", subrayan desde Adega.

EAlimentación. Desde la organización ecologista gallega destacan, además, la importancia de "calcular bien" al adquirir los ingredientes para las comidas y cenas navideñas, ya que el 40% de los alimentos acaban en el cubo de la basura. Además, recomiendan optar por el producto local y evitar, en la medida de lo posible, los alimentos "kilométricos" o "procedentes de la otra parte del mundo", como la piña. En cuanto al marisco, "conviene primar el de aquí, como el centollo o los percebes, frente a langostinos o cigalas, que vienen de fuera o de la acuicultura".

ERopa y complementos para regalar o ir de fiesta. Sobre la ropa, otro de los regalos más recurrentes en estas fiestas, Adega recomienda más de lo mismo (consumo responsable) y pone especial énfasis en el "derroche" que supone comprar trajes o vestidos de un solo uso para las fiestas de Nochebuena o Fin de Año. "La ropa lleva consigo problemas que no se ven, como el hecho de que el cultivo del algodón es responsable de más del 22% de los insecticidas globales", remarcan desde la organización ecologista gallega.

EAcebo y "otros trozos de monte". Una costumbre en estas fechas , traída de los países anglosajones, es la de salir al monte en busca de vegetación apropiada para engalanar las puertas, las mesas o los belenes de los hogares. Una alternativa a los adornos plásticos e industriales que puede parecer mas ecológica e inocua pero que, alertan desde Adega, ha de hacerse con cuidado. Algunas especies vegetales como el acebo ( Ilex aquifolium) tienen especial protección y son muy sensibles a las agresiones ambientales. "Rechaza pues arrancarlos, mejor disfruta de su belleza en el propio monte, donde quedan más hermosos", aconseja la organización ecologista gallega. "Si no te puedes resistir, acude a viveros o lugares especializados, donde se cultivan especialmente para la Navidad. Cuídalos durante las fiestas y llévalos luego al monte. Similar respeto merecen los pinos, el musgo, las piñas, etc. No quiere decir que no se puedan aprovechar los recursos del monte para nuestras necesidades y nuestro disfrute. Simplemente lo que se pide es ser mas racional y no esquilmar estos bienes", advierten desde Adega.