El progresivo envejecimiento de la población gallega se traduce también en un incremento de las muertes por trastornos orgánicos senil y presenil, con 2.219 personas en 2017, el triple de los fallecimientos por el mismo motivo contabilizados en 1997 (735), veinte años antes. El estudio de Defunciones según la Causa de la Muerte publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) desvela además que las principales causas de muerte en la comunidad gallega fueron los problemas circulatorios y los tumores en 2017, un año en el que fallecieron 31.921 personas.

La edad media en Galicia es de 46,76 años y mientras que el grupo de población mayor de 65 años se incrementa año tras año (el 24,9% del total), sigue bajando la franja de menores de 25, que apenas alcanza el 19,9% de la población gallega. En el año 2016 las muertes, a nivel nacional, superaron por primera vez el número de nacimientos, que cae año tras año y la semana pasada se conoció el último dato que retrata el grave declive demográfico: el número de nacimientos de 2017 cayó a niveles de 1941, en posguerra.

Por tanto, los últimos datos revelados ayer por el INE de que las muertes por demencia triplican las registradas hace veinte años no hacen más que ratificar la gravedad del problema del envejecimiento poblacional. Y al igual que las derivadas de trastornos mentales orgánicos senil y presenil, también se incrementaron las muertes por alzhéimer, que en 1997 todavía no se contabilizaban. El año pasado hubo 726 mientras que en 2007 fueron 611.

La lista está, no obstante, liderada por las enfermedades del sistema circulatorio (9.677), los tumores (8.699), enfermedades del sistema respiratorio (3.978) y trastornos mentales y del comportamiento (2.292). El cáncer de pulmón es la principal causa entre hombres, mientras que las gallegas fallecen por accidentes cerebrovasculares. Entre los tumores, los que más frecuentemente causan el fallecimiento de los gallegos son los de pulmón, traquea y bronquios (1.563), el de colon (884) y el de páncreas (579). En cuanto a las enfermedades circulatorias, destacan los accidentes cerebrovasculares (2.179), las insuficiencias cardiacas (1.578) y los infartos agudos de miocardio (1.004).

Entre las causas de muerte externas, que en 2017 supusieron 1.158 fallecimientos en Galicia, el 34,2% se debieron a caídas accidentales (397), seguidas de cerca por los suicidios (323) y los accidentes de tráfico (136). Además, 91 personas murieron ahogadas en la comunidad gallega.

El drástico descenso de fallecidos en las carreteras se refleja también en la evolución de los últimos veinte años ya que en 1997 hubo 613 muertes por accidentes de tráfico. También resulta llamativa la cifra de 77 envenenamientos accidentales registrada en 1997 mientras que el año pasado apenas se contabilizaron 9 casos.

Galicia registra una tasa bruta de mortalidad por cada 100.000 habitantes de las más elevadas de España (1.182,3), solo superada por Asturias (1.277) y Castilla y León (1.195,8). De las 16.105 mujeres fallecidas a lo largo de 2017 en Galicia, 5.410 murieron por enfermedades del sistema circulatorio, un 33,5%; mientras que 3.461 fue a causa de tumores.

De las 88 personas fallecidas en Galicia durante el año pasado entre 15 y 29 años, más de la mitad murieron por causas externas (48). De ellas, la principal causa de muerte en este grupo de edad fueron los accidentes de tráfico (43%) que, junto a los suicidios (39%) copan prácticamente todas las muertes no naturales de los jóvenes gallegos.

Ampliando la franja de edad desde los 15 a los 39 años, el suicidio es la causa de muerte externa más frecuente en Galicia, con 49 casos (casi la mitad de los fallecimientos no naturales de 2017). A continuación se encuentran los accidentes de tráfico, con 34 casos.

Más suicidios que accidentes

La estadística del INE indica que, a nivel nacional, hubo 3.679 suicidios, unas muertes que se sitúan por encima de otras muchas como las que ocasionan los accidentes de tráfico (1.943). De las personas que se quitaron la vida el año pasado en España, 2.718 eran hombres y 1.603 mujeres y, en ambos casos, la mayoría tenía entre

15 y 39 años.