La investigación realizada por este grupo de expertos de varias universidades concluye que hay una relación directa entre el mayor número de bares y el incremento en el consumo de alcohol entre la población menor de edad y por eso reclaman que se considere el entorno, "tanto por la exposición como por la mayor accesibilidad a bebidas alcohólicas" como uno de los factores a tener en cuenta cuando se diseñen políticas para reducir el consumo de alcohol entre los jóvenes. De hecho, advierten que la juventud es "especialmente susceptible" a la publicidad de bebidas alcohólicas que existe en los establecimientos de hostelería. Y, en este sentido, apuntan que es normal que cuanto mayor sea la densidad de bares, mayor será la exposición a publicidad de este tipo de productos.

Por esta razón, remiten a los consejos de la Sociedad Española de Epidemiología para reducir el impacto del entorno sobre los jóvenes. Por un lado, proponen "promover un ambiente urbano libre de llamadas al consumo de alcohol".

También consideran que se debería incrementar el precio de este tipo de bebidas y los impuestos que pagan. A eso debería añadirse un "control estricto de la venta a menores". Una fórmula sería que hubiese una separación física en las tiendas para ubicar los stands de bebidas alcohólicas y que se prohibiese el acceso a menores.

Los expertos apoyan también la necesidad de prohibir el patrocinio del alcohol en cualquier actividad de ocio, deportiva o cultural a la que puedan asistir menores.