"Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error", así de rotundo se manifestaba el cardenal prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Religiosa y las Sociedades de Vida Apostólica, João Braz de Aviz, durante una entrevista a la revista católica Vida Nueva en la que confirmó que desde 1943 el Vaticano tenía documentos sobre las conductas del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. "Quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia", señaló en unas declaraciones realizadas el pasado mes de octubre con motivo de la XXV Asamblea General de la Confer y que fueron ayer rescatadas por varios medios de comunicación nacionales.

El fundador legionario falleció en 2008 en México apartado de la iglesia tras una investigación por sus actividades delictivas que incluían robos, drogas y un sinfín de abusos sexuales a menores entre los que incluso se encontraban algunos de los hijos que tuvo con dos mujeres. Amigo y confesor de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, Marcial llegó a ser presentado por el primero como el "apostol de la juventud". La congregación que erigió cuenta con 21.300 miembros seglares, 526 consagradas y 1.537 legionarios de Cristo. También hay 11.584 miembros adolescentes en la organización ECYD y en España gestionan un santuario, dos seminarios, la universidad Francisco de Vitoria y varios colegios, entre otros.

El cardenal Braz de Aviz aclaró que todo ello no tiene nada que ver "con la vida actual de la congregación, que ha seguido un proceso muy bueno". "Lo que llega a nosotros inmediatamente tiene que ser escuchado. Tenemos que estar atentos a las víctimas y no a los agresores, esto es lo que nos pide el Papa. El dolor de quienes sufren estos abusos es enorme y no podemos dejarlo pasar. No podemos tapar", añadió.