La galaxia Mesier 94, un gigante del tamaño de la Vía Láctea, solo cuenta con dos satélites, algo que rompe modelos ya que nuestra galaxia cuenta una decena de pequeñas vecinas alrededor.

Con el poderoso telescopio Subaru, los astrónomos pueden mirar galaxias cinco o 10 veces más lejos de la Vía Láctea, como M94. Luego, pueden usar la física sobre cómo se forman las galaxias satélites alrededor de la Vía Láctea para predecir cuántas galaxias satélites puede tener una galaxia de tamaño similar como la M94.

Cuando los astrónomos de la Universidad de Michigan examinaron M94, esperaban encontrar un número similar de galaxias satélites; pero detectaron solo dos galaxias cerca de M94, con muy pocas estrellas cada una. Sus resultados, liderados por Adam Smercina, se publican en la revista 'Astrophysical Letters'.

"Más que una simple rareza observacional, mostramos que la cosecha actual de modelos de formación de galaxias no puede producir un sistema de satélites de este tipo --dice Smercina--. Nuestros resultados indican que es probable que las galaxias similares a la Vía Láctea alberguen una diversidad de poblaciones de satélites mucho más amplia que la que predice cualquier modelo actual".

Smercina también señala que sus resultados tienen implicaciones para entender cómo se forman las galaxias, que están en halos mucho más grandes de materia oscura. Estos halos de materia oscura que rodean a las galaxias tienen una inmensa fuerza gravitatoria, y pueden extraer gas de sus inmediaciones. Las galaxias grandes como la Vía Láctea generalmente se forman en halos de aproximadamente la misma masa; pero estas galaxias satélite más pequeñas, que se forman en 'subhalos' más pequeños, no son tan fiables.

La tasa de producción de estrellas de gran masa en estas galaxias satélite en realidad modula su crecimiento. Si, por ejemplo, la galaxia satélite naciente forma demasiadas estrellas de gran masa a la vez, sus eventuales explosiones de supernova podrían expulsar todo su gas y detener todo el crecimiento. Pero los astrónomos no están seguros a qué tamaño de halo se vuelve importante esta "dispersión" en la formación de galaxias.

Incertidumbre en la formación de galaxias en halos oscuros

Smercina dice que M94 indica que la formación de galaxias en halos oscuros de tamaño intermedio puede ser mucho más incierta de lo que se pensaba anteriormente. "Creemos que esa dispersión --el rango de galaxias que esperamos ver-- puede ser mucho más alta de lo que la gente piensa actualmente para los halos de materia oscura de cierta masa --dice en un comunicado--. Nadie está bajo ninguna ilusión de que haya una gran dispersión en las masas de halo más bajas, pero es en estos halos intermedios de materia oscura donde está ocurriendo la discusión".

Para observar el número de galaxias enanas satélites alrededor de M94, los científicos tomaron una imagen compuesta de la gran galaxia. La imagen cubrió aproximadamente 12 grados cuadrados del cielo nocturno; la luna llena, como comparación, aparece como aproximadamente un grado cuadrado. Este tipo de imagen incluye capas y capas de "ruido", incluidos los rayos cósmicos y la luz dispersa, que hacen que las débiles galaxias enanas sean difíciles de detectar.

Para asegurarse de que no faltaban las galaxias satélites, Smercina y su equipo diseñaron galaxias artificiales en la imagen y las recuperaron utilizando los mismos métodos que para los satélites reales. Con esta técnica, los investigadores confirmaron que no había más de dos galaxias alrededor de M94.

"El verdadero truco es si la comunidad esperaba o no que esto pudiera ser posible --apunta Smercina--. Esa es la verdadera curiosidad de este hallazgo: el resultado es algo que las simulaciones no predicen. Cuando puedes descubrir algo que realmente no pensamos que pudiéramos encontrar, puedes hacer una contribución a nuestra comprensión de cómo funciona nuestro universo. Eso es realmente gratificante".