Uno de cada cinco adolescentes de menos de 16 años practica un consumo abusivo de alcohol y las intoxicaciones etílicas no dejan de crecer en la comunidad gallega. Los datos siguen siendo alarmantes y, por esa razón, la Policía autonómica estrecha cada vez más la vigilancia sobre los locales para evitar que vendan alcohol a menores. Desde la aprobación en 2010 de la ley que prohíbe la venta y el consumo de alcohol a jóvenes de menos de 18 años, las inspecciones se han multiplicado por seis en Galicia. Solo en el último año crecieron un 17%. El aumento de la presión policial ha permitido reducir a la mitad las infracciones en cinco años.

En 2017 los agentes policiales levantaron denuncia contra 229 establecimientos por vender alcohol a menores, una cifra muy inferior a las 527 infracciones registradas en 2013, según consta en la memoria anual de la Policía autonómica. Estos locales se enfrentan a multas de 3.000 euros.

Este descenso en las denuncias a bares coincide con el refuerzo de la vigilancia para garantizar el cumplimiento de la ley. El incremento de los controles no solo se tradujo en un aumento de las inspecciones a los locales sino también en un mayor número de dispositivos por parte de la Policía que desplaza a sus agentes a distintos concellos de Galicia para controlar el consumo de alcohol por menores en zonas de marcha. En cinco años se multiplicaron por once estos operativos: de 118 se pasó a 1.358 en 2017.

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Sin embargo, mientras los locales se han vuelto más cuidadosos para evitar ser sancionados por la venta de alcohol a menores, el incremento de las inspecciones ha permitido cazar a un mayor número de adolescentes consumiendo bebidas alcohólicas. En cinco años las sanciones a menores se duplicaron al pasar de 212 en 2013 a 406 en 2017, cuando se batió récord.

Los jóvenes de menos de 18 años que son pillados consumiendo alcohol en Galicia se enfrentan a multas de 600 euros, aunque se pueden sustituir por trabajos en favor de la comunidad. Un estudio realizado por un grupo de investigadores de las universidades de Santiago, Vigo, Oporto y Alcalá de Henares sobre la Densidad de puntos de venta de alcohol y su consumo en jóvenes de Galicia concluyó que en aquellos concellos donde hay mayor número de bares se incrementa el consumo de riesgo de alcohol entre los menores.

Lucía Moure, una de las investigadoras que participó en este trabajo, lamenta que sea una costumbre "totalmente arraigada y que el consumo en la juventud e incluso en la adolescencia se llegue a ver como algo normal en la transición a la vida adulta". Esta experta cree que, a pesar del incremento de las inspecciones, el cumplimiento de la legislación en materia de alcohol y menores "todavía no es suficiente".

En este sentido, la investigadora Lucía Moure cita las recomendaciones de la Sociedad Española de Epidemiología para que se incrementen las sanciones a los establecimientos por venta de bebidas alcohólicas a quienes no han cumplido la mayoría de edad. Esta experta también propone que se incrementen las tasas sobre bebidas alcohólicas.