El contrato estable de uno a tres años, esgrimido por la Xunta como una de las recetas para conseguir incorporar más médicos de familia y pediatras a Atención Primaria, no convence por ahora a los sindicatos, que reprochan que establece guardias obligatorias en los PAC, cuando en Atención Primaria serían, dicen, voluntarias, y que no fija límites a los centros de salud que el contratado debe cubrir, sino que se habla de "distrito".

Tras la mesa sectorial de ayer, además de poner en el punto de mira la obligatoriedad de hacer guardas en el PAC -cuyo número no se determina- o prestación de servicio en más de un centro, María Xosé Abuín, de la CIG, incide en que les "preocupa" que la Xunta utilice este contrato eventual para "hacer un cambio en el modelo" en el sistema de cobertura de plazas, de modo que las plazas que se creen de interino sean con estas condiciones.

En la misma línea se pronuncian representantes de los sindicatos CSIF, UGT y CCOO. Daniel Otero, de CSIF, asegura que tal y como se lo pusieron encima de la mesa su sindicato "no lo firmaría". "Como mínimo", indica, "piden delimitar" dónde trabajaría el médico" y critica que tampoco se dice "cuántas" guardias obligatorias tocarían ni "dónde ni cómo". "Hoy nos pusieron sobre la mesa un contrato de chico para todo", lamentó.