"La sanidad pública gallega es buena", aseguró ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que la defendió ante la comisión de investigación en el Parlamento gallego armado con datos de la evolución de la listas, disponibilidad de medios y de prestaciones o con la propia valoración de los usuarios hasta el punto de considerarla "excelente". Pero a pesar de que aseguró rechazar "toda enmienda a la totalidad que caricaturice" el sistema, durante su intervención, -que llega tras las protestas del personal de Urgencias de los PACs y del CHUS y después de que una treintena de jefes de servicio de Vigo dimitieran en bloque- puso sobre la mesa la necesidad de abordar de forma "urgente" la reforma de Atención Primaria, que conllevaría asimismo "revisar el modelo de atención a las urgencias en su totalidad". Ambos serían los dos servicios más valorados por los gallegos, según enfatizó en su intervención.

Como aspectos "mejorables", el presidente de la Xunta enunció un "decálogo" de iniciativas pensadas para reformular Atención Primaria en las que también tiene parte el Gobierno central. Porque para Feijóo "la principal medida" pasa por "paliar" la ausencia de los profesionales de Atención Primaria que padecen los servicios de salud de "todas" las autonomías. Al respecto, avanzó que en la reunión que mantendrá la ministra de Sanidad con las comunidades sobre el asunto, Galicia propondrá "una convocatoria de MIR extraordinaria para la Atención Primaria". Asimismo, advirtió de que "sin financiación no habrá sanidad pública" y ve un "error" el "aparcar sine die la reforma de la financiación y de la pieza separada que Sanidad debería tener en el nuevo modelo" de cara a "salvaguardar su "calidad" y "sustentabilidad".

El listado que está "evaluando" el Ejecutivo autonómico incluiría viejas reivindicaciones de los facultativos, como crear un director de Atención Primaria en cada área sanitaria o que queden protocolizadas las pruebas que un médico de familia puede pedir a atención especializada. Pero también se verían afectados servicios como el de urgencias, que tienen efectos en otros niveles asistenciales, como el hospitalario. Feijóo expuso que se está evaluando "revisar el modelo de atención a las urgencias en su totalidad". El presidente autonómico señaló a continuación que "debemos hacer una reflexión del funcionamiento de los centros de salud y de los PAC para mejorar las urgencias en la Atención Primaria y disminuir las urgencias de los hospitales".

Entre los "retos" que se deben afrontar para la "construcción de un nuevo Servizo Galego de Saúde que vamos a legar a las próximas generaciones", Feijóo destacó el envejecimiento o los pacientes crónicos. Por ello, plantea convertir en más atractivas las plazas más difíciles de cubrir para los médicos -en el rural o en áreas con muchos pacientes mayores o crónicos- haciendo que la permanencia en estos destinos conlleve una puntuación adicional en las posteriores OPEs o concursos de traslados. Asimismo, la Xunta estudia reducir los pacientes a los pediatras que tengan que atender a más niños de 0 a 3 años y a los médicos de familia que atiendan a mayores de 70 y lo tendrá en cuenta en su retribución.

El mandatario gallego también desgranó indicadores que elevan al "máximo histórico" los trasplantes, las operaciones y las consultas en hospitales y en Primaria y las "menores esperas quirúrgicas, de consultas y de pruebas diagnósticas". Se preguntó "si alguien puede creer que estas cifras serían posibles con una política basada en el recorte asistencial, tal y como afirman los partidos de la oposición". También incidió en que "acudir al caso concreto del PAC de A Estrada del pasado agosto no se puede emplear para explicar la situación general de la Primaria, como se está pretendiendo".

"Existe margen de mejora en la sanidad pública, como en cualquier sistema del nivel del nuestro que ya es de los mejores, pero no puedo compartir que se desacredite la sanidad pública gallega en su conjunto", defendió. "Se dicen barbaridades", señaló.

Esta intervención no convenció a la oposición en el Parlamento, que acusa a Feijóo de "mentira" y de "maltratar" la sanidad, como indicó el portavoz de En Marea, Luís Villares, quien cree que su comparecencia "solo se explica desde el desconocimiento de la realidad" al obviar, dijo, "colapsos en urgencias", listas de espera "interminables" o "la falta de recursos". El portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, instó a Feijóo a iniciar una "reforma en profundidad" de la sanidad pública para "restaurar el daño ocasionado por sus recortes". Para la portavoz del BNG, Ana Pontón, "vimos a un Feijóo en estado puro", "que niega las denuncias de los propios profesionales de sanidad".

Mientras comparecía Feijóo, a las puertas de la Cámara se concentraban trabajadores de los PACs, en huelga indefinida, para denunciar la "mala gestión" de la Xunta.