Un hombre de 50 años, condenado en 2005 por haber matado a su esposa dos años antes en La Puebla de Híjar, Teruel, asesinó, presuntamente, en Zaragoza a la abogada que lo defendió en ese caso, y con la que mantenía una relación sentimental, después se suicidó.

La víctima de este nuevo crimen machista es Rebeca Santamalia Cáncer, de 47 años y madre de un hijo, y su supuesto asesino es José Javier Salvador Calvo, que fue condenado a 18 años de prisión por el asesinato de su esposa, Patricia Maurel, en mayo de 2003.

La delegada del Gobierno en Aragón Carmen Sánchez, explicó ayer que a las 21.00 horas del jueves el marido de la abogada avisó a la Sala 091 de Zaragoza de que su esposa no había regresado a casa, tras lo que agentes de la Policía hablaron con el entorno de Rebeca Santamalia y este les encaminó hasta un domicilio de la calle Pradilla de la capital aragonesa. Al no responder nadie ni al teléfono ni en el domicilio, los agentes localizaron a la hermana de José Javier Salvador Cano y entre las 04.00 y las 04.30 horas hallaron en el interior de la vivienda a la letrada asesinada "con evidentes signos de arma blanca". Anteriormente, alrededor de la medianoche, un coche de la Policía Nacional había visto caminar por el viaducto nuevo de Teruel a un hombre que echó a correr cuando los agentes se dirigieron hacia él y que desapareció arrojándose al vacío.

El hombre, que llevaba una gran cantidad de dinero encima, no portaba documentación pero fue identificado por las huellas como José Javier Salvador Cano, propietario del piso de Zaragoza en el que se encontró a Rebeca Santamalia. Salvador Cano estuvo preso en la cárcel de Teruel entre 2003 y 2013, año en el que fue trasladado al Centro de Inserción Social de Zuera, Zaragoza, donde trabajaba, y dormía en prisión, hasta que en enero de 2017 salió en libertad condicional, fecha desde la que los servicios sociales se encargaban de su seguimiento y entrevistas. En 2021 hubiera logrado la libertad definitiva.

En un mensaje de Twitter, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que el Ejecutivo no permitirá "ni un paso atrás contra la violencia de género" y destacó que "la violencia machista no da tregua", por lo que "todos debemos volcarnos para terminar con este horror". También las principales instituciones aragonesas mostraron su repulsa ante este nuevo crimen machista con concentraciones silenciosas.

Además, decenas de letrados se concentraron a las puertas de la sede del Colegio de Abogados de Zaragoza en repulsa por el asesinato. El decano Antonio Morán, manifestó la "alta calidad humana y profesional" de Santamalia, que se dedicó de forma voluntaria al Servicio de Orientación Penitenciaria entre 2010 y 2012.

Ya son tres las asesinadas por violencia machista en lo que va de 2019 y 978 desde 2003, cuando empezaron a contabilizarse.