La Ordem dos Medicos de Portugal y del Consejo General de Colegios de Médicos de España reclamaron ayer que las pseudoterapias y pseudociencias sean "expresamente prohibidas y excluidas de cualquier circuito sanitario", así como que se reconozcan "a todos los efectos como prácticas que atentan contra la salud pública y la seguridad de los pacientes".

Los máximos representantes de las dos entidades analizaron en una reunión el pasado viernes en Madrid, en la sede de la corporación médica española, este "trascendental" tema. Durante el encuentro, las máximas organizaciones médicas de España y Portugal han suscrito un documento, denominado Declaración Madrid, en el que advierten de la "creciente proliferación" de pacientes en "situaciones críticas" por el uso de las pseudoterapias. Igualmente, inciden en la "gran confusión" que reina entre la ciudadanía sobre lo que es medicina basada en el conocimiento, evidencia científica y tratamientos validados por la comunidad científica, y aquello que "no cumple con dichos criterios".

"La profesión médica europea debe responder con contundencia ante este tipo de malas prácticas, pero también han de hacerlo desde otras profesiones y desde las administraciones competentes que disponen de legislación suficiente para actuar contra las mismas, ya que son absolutamente detestables y perjudiciales para la salud pública y la seguridad de los ciudadanos y pacientes", exigen.

En su texto, además, definen lo que ambas entidades consideran como pseudoterapia: "Toda aquella oferta de cura de enfermedades o alivio de síntomas o mejora de las salud, utilizando procedimientos, técnicas, productos, remedios o sustancias basadas en creencias o criterios que no disponen del respaldo de la evidencia científica disponible en la actualidad, ni han sido validados en su eficacia, efectividad, calidad y seguridad mediante el método científico convencional, presentándose falsamente como científicas".

Como forma de impulsar una "medicina de calidad", una "adecuada atención" para los ciudadanos y la "legítima defensa" de la profesión médica, reclaman que los actos de divulgación y utilización de este tipo de técnicas sean "denunciados por constituir un fraude sanitario". "Todas ellas han de ser expresamente prohibidas y excluidas de cualquier circuito sanitario", añaden los médicos de España y Portugal en esta declaración conjunta.

En la misma línea, reivindican que la publicidad en el ámbito de la salud ha de ser "objetiva, veraz y sin propagar conceptos infundados, engañosos o no basados en la mejor evidencia". Por ello, creen necesario establecer "mecanismos de confianza" respaldados y acreditados por la Administración, y apuntan a la posibilidad de que los Colegios profesionales puedan participar y colaborar en materia publicitaria y de contenidos.

Los médicos españoles y portugueses, que consideran estas prácticas como "intrusismo" y las acusan de "poner en riesgo un bien de interés público", recuerdan que todo profesional sanitario "tiene la obligación" de informar al paciente de que las pseudoterapias y pseudociencias no son una especialidad dentro de la medicina.