Galicia sigue a la cola de España tanto en la compra de libros que no son de texto, con una media de 7,3 adquiridos en 2018 frente a los 8 de la media estatal, así como en el número de lectores en su tiempo de libre, donde la comunidad gallega se sitúa de undécima en el último año -con un porcentaje del 59,6% frente al 61,8% de la media de España-. Los adultos gallegos leyeron unos diez libros el año pasado (10,4), mientras que los niños gallegos de 10 a 14 años se perfilan como los mejores lectores, con más de nueve libros (9,6) y los adolescentes de 15 a 18 bajan hasta los ocho títulos leídos en el último año (8,9). Entre los libros, el soporte mayoritario sigue siendo el papel.

Pese a estos datos, queda margen para el optimismo: el número de lectores que se deleita entre las páginas de un texto en su tiempo de asueto creció en un punto, al aumentar desde l 58,6% en 2017. Es decir, la población lectora en Galicia ya raya el 60%. También se observa un menor uso de la biblioteca como lugar de lectura. Las bibliotecas gallegas son las peor puntuadas en España, solo por detrás de las de Baleares.

Los datos extraídos del Barómetro de Hábitos de lectura y compra de libros 2018 -elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) con el patrocinio de la Dirección General del Libro y Fomento de la lectura del Ministerio de Cultura y Deporte- también coinciden en que la lectura en niños es generalizada. Sin embargo, comienza a decaer a partir de los 14 años.

Además, se incluye un análisis sobre la percepción de la lectura. Leer se percibe como una actividad que "contribuye a tener una actitud más abierta y tolerante", que es "una actividad emocionante y estimulante", que "ayuda a comprender el mundo que nos rodea" y "nos hace más felices".

El barómetro también analiza los motivos. La falta de tiempo es el principal handicap que apuntan los no lectores para explicar su falta de hábito (49,3%), especialmente entre el grupo de población con edades comprendidas entre 35 y 44 años. Sin embargo, un 32,2% señala que no lee porque no les gusta o no les interesa. El 36,5% de los mayores de 65 años señalan que las razones para no leer era que preferían emplear su tiempo libre en otros entretenimientos, una cifra similar entre el grupo de población entre 14 y 24 años. Un 31,5% de los mayores de 65 años también señalaron motivos de salud.

La mayoría de los lectores adultos consultados (67,3%) considera que fue a los 15 años cuando empezó su afición lectora.

El 28,7% de la población española ya lee libros en su tiempo libre en soporte digital, mientras que un 38,7% sólo lo hace en papel. El E-reader y el ordenador son los dispositivos que más se utilizan para leer (12% y 11% de la población respectivamente). Un 6,7% de la población lee libros en el móvil. El 34,8% de los entrevistados reconoce que se descargó libros pagando por ellos.

Eso sí, también se observa que el perfil del lector digital es algo más joven que el lector exclusivo en papel. "Son ligeramente más intensivos que el que solo lee en papel: leen y compran más libros al año y disponen de más libros en el hogar", aseguran en el estudio. Además, la mayoría de los lectores opina que en el futuro el libro en papel convivirá con el digital (60,7%), mientras que el 31,7% considera que la mayor parte de los libros serán digitales en el futuro.

Los españoles continúan acudiendo a las librerías para hacer sus compras, un 69% adquirió su último libro en uno de estos establecimientos. Las realizadas a través de Internet continúan creciendo y se sitúan en el 26,3%, fundamentalmente en Amazon y Casa del Libro.

En España, el número de lectores en tiempo libre alcanza el 61,8% de la población. También crece el número de lectores frecuentes, aquellos que leen al menos una o dos veces por semana, que ya suponen el 49,3% de la población. Un 38,2% de españoles no lee nunca o casi nunca.

El sesgo de género es importante: el porcentaje de lectoras de libros en tiempo libre es mayor que de lectores en todos los grupos de edad y nivel formativo. El Barómetro también refleja que, desde el año 2012, se ha producido un crecimiento de la lectura y de contenidos digitales.

En cuanto a la materia del último libro leído, el 72,5% reconoció que se trataba de novela o cuento. Un 13,7% señaló que se trataba de un ensayo de humanidades y ciencias sociales. La mayoría, el 90,3% se decantó por un libro escrito en español.

También se observa un crecimiento en la compra de libro infantil y juvenil: 12,5% y de los libros prácticos, 6,6%. En tres de cada cuatro hogares con menores de 6 años se lee a estos niños. El 75,4% de los padres consultados afirma que ellos o alguien de la familia leía a sus hijos.