Cuando dos personas hablan entre sí, más allá de la propia conversación, la expresión facial, el lenguaje corporal o el tono de voz juegan un rol de alto valor en la construcción del significado final de ese mensaje. Son gestos y habilidades cotidianas cuya correcta interpretación marca las diferencias en la comprensión final, más cuando se trata de personas afectadas con determinados trastornos mentales por sus dificultades para gestionar alguno de estos gestos. Un equipo de investigadores gallegos trabaja en un programa de ordenador con resultados prometedores en la rehabilitación de las habilidades para el reconocimiento de emociones en el tono de voz por parte de personas con determinados trastornos mentales.

Las personas afectadas de distintas patologías mentales, como la esquizofrenia o el autismo, presentan una mayor dificultad para reconocer las emociones cuando se relacionan con otras. Estos déficits "suponen una peor integración social con el entorno", explica María Lado Codesido, investigadora de la Facultad de Medicina de la USC y que participa en el equipo que desarrolla la nueva herramienta informática.

Este trabajo ha sido objeto de un artículo publicado recientemente en la revista científica Plos One.