Los centros educativos conmemoran hoy el Día Mundial de la Paz y la No Violencia amenazados por la sombra del acoso escolar, un problema que muchos alumnos no denuncian por miedo, se trate de víctimas o de testigos. Según un estudio de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (Aepae), uno de cada cuatro niños de entre 7 y 14 años tiene un riesgo moderado o grave de ser acosado en el centro educativo, una persecución que con el auge de los teléfonos móviles y las redes sociales redes sociales se extiende mucho más allá, a las 24 horas del día.

"Todos debemos estar atentos a ciertas señales que nos pueden hacer ver que nuestro hijo o nuestros alumnos están en una situación ya no de acoso sino de riesgo", afirma la presidenta de la Confederación Galega de Anpas (Congapa), María José Mancilla. "La prevención debe partir de ahora y no esperar a que ocurra algo", recalca Mancilla, que es profesora.

Desde algunas ANPA de centros gallegos consultadas consideran vital trabajar la convivencia y los valores en los centros educativos para hacer frente a un acoso que puede ser verbal, físico, social, psicológico y, en los últimos años, a través de las nuevas tecnologías, lo que se denomina ciberacoso o, en su forma anglosajona, ciberbullying. ciberbullying."Es muy triste porque ya no se limita al aula, son 24 horas todos los días", alertan mientras reclaman también más medios para poder intentar prevenir y solucionar este problema.

Sobre la falta de recursos llama la atención también Manuela del Palacio, psicóloga educativa y única orientadora de un instituto gallego que cuenta con 800 alumnos matriculados. "Es un problema grave, complejo y muy delicado. Ha existido desde siempre pero ahora ha cambiado el tratamiento, se les habla a los niños de acoso escolar y se les dan pautas pero el miedo que tenemos es que si no lo sabemos no podemos actuar", recalca.

El acoso escolar, recuerda esta psicóloga que trabaja en la comunidad gallega, provoca en las víctimas ansiedad, falta de autoestima, inseguridad, aislamiento social, depresión y en casos extremos pensamientos de suicidio.

De este modo, una cuestión que hasta no hace muchos años se minimizaba en los propios centros ahora se considera fundamental y, de nuevo, la experta insiste en la importancia de fomentar valores y la convivencia. "Una compañera pedagoga, Eva Rivas, y yo hemos escrito un libro sobre valores porque algunos niños los traen puestos de casa pero otros no y creemos que se pueden trabajar también en las tutorías", explicó Del Palacio, que se encuentra a la búsqueda de una editorial que lo publique. "Hay que dialogar y los padres tienen que recordar que lo que les enseñan a sus hijos es su propia conducta como modelo, no lo que les dicen", apunta.