El uso de Venezuela como arma política saltó del debate estatal al gallego esta mañana a propósito del choque entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la oposición. En Marea, PSdeGy BNG esgrimieron las protestas de profesionales sanitarios y ciudadanos como aval a su exigencia de un cambio en la política autonómica para "revertir los recortes", pero se toparon con la acusación de ser simpatizantes del chavismo de Nicolás Maduro.

"Durante la peor crisis económica, tenemos más prestaciones que nunca", reivindicó Feijóo sobre su gestión, durante la cual el sistema sanitario ganó, añadió, 1.500 trabajadores más respecto al bipartito PSdeG-BNG (2005-2009). "Eso le molesta al régimen chavista y sus aliados", espetó Feijóo.

El titular de la Xunta desdeñó los reproches de sus rivales tras unas semanas en las que se celebraron dos manifestaciones multitudinarias en Vigo y Santiago, se mantienen huelgas y protestas en las urgencias del principal hospital de Santiago y los PAC's y dimitieron casi 30 jefes de Atención Primaria del área sanitaria de Vigo.

Feijóo les reprochó usar de forma partidista la lucha contra el fuego en verano y la sanidad en invierno para erosionar a la Xunta, pero ausentarse de la comisión de investigación sobre la sanidad impulsada por En Marea, PSdeG y BNG.

Como aval a su gestión, esgrimió Feijóo la contratación de más personal durante la última década -a razón de 150 al año, de acuerdo con las cifras que ofreció-, la construcción o reforma de medio centenar de centros médicos y la oferta de un contrato de tres años para los médicos que accedan al sistema para elevar así su estabilidad.

También le lanzó un dardo al PSdeG, al que reprochó ausentarse de la comisión sobre el accidente de O Marisquiño, y otro a En Marea con motivo de su crisis interna. "Sus políticas sanitarias bolivarianas no tienen nada que ver con un pueblo que respeta el Parlamento", le dijo Feijóo a Villares tras recordar que Eva Solla, compañera de grupo y vicepresidenta de la Cámara, acudió a una comparecencia con una camiseta en defensa de Maduro.

Por su parte, la oposición clamó al unísono contra los "recortes" de Feijóo y exigió un cambio de rumbo, mejoras en Atención Primaria y más fondos.

Luís Villares, de En Marea, denunció el "maltrato" de la Xunta popular a la sanidad y los pacientes, especialmente a las mujeres, a las que consideró discriminada en la atención médica.

El socialista Xoaquín Fernández Leiceaga afeó a Feijóo su exigencia al Gobierno del PSOE una convocatoria extraordinaria de plazas MIR y la supresión de la tasa de reposición tras no plantear esas demandas cuando era Rajoy quien ocupaba La Moncloa.

También usó sus propios argumentos para comparar a Feijóo con Maduro. "También podría decirle que se comportó como Maduro impidiendo a la oposición que se expresase, pero no se lo digo", expuso sobre el veto del PP a comparecencias pedidas por la oposición en la comisión de investigación.

Ana Pontón, líder del BNG, tachó de "Terminator de la sanidad pública" a Feijóo y le pidió que convoque las 6.067 plazas vacantes que estimó que existen en el Sergas. Le reprochó que el sistema tenga 1.429 trabajadores menos que cuando llegó a la Xunta