El Sergas deriva cada año a 20.000 pacientes a operarse a clínicas privadas para bajar la lista de espera. lista de espera El coste de estos conciertos supera los 60 millones de euros anuales, sin contar Povisa que tiene un contrato de colaboración distinto con la Consellería de Sanidade. Se envían a los centros concertados aquellas intervenciones donde suele haber más demora como es el caso del área de traumatología, aunque también son habituales otros procesos más sencillos como operaciones de cataratas o varices.

El pasado año el Sergas realizó un total de 209.718 intervenciones quirúrgicas. Aproximadamente un 10% son derivadas a estos hospitales privados con los que la Consellería de Sanidade tiene concierto. La cifra ha permanecido sin variaciones en los últimos años. La Asociación de Hospitales Privados de Galicia (Ahosgal) asegura que no se ha producido un incremento de la actividad concertada.

Cuando hay demasiada demora en la pública para una determinada intervención, el Sergas ofrece al enfermo operarse en un hospital privado con concierto. En todo caso, esta opción es voluntaria. El paciente puede negarse y continuar aguardando para ser intervenido en un centro público. En cualquier caso, deja de incluirse en los indicadores de espera que hace públicos el Sergas, puesto que pasa a la lista de espera no estructural, que es aquella en la que se mete a los usuarios que están pendientes de ser intervenidos pero por causas que no son imputables al Sergas. Y este registro no se publica.

Al cierre de 2018 había unos 35.000 gallegos pendientes de ser operados en la lista oficial de espera. Deben aguardar una media de 61 días. Las especialidades con más demora son traumatología, oftalmología, cirugía digestiva y urología. Por ejemplo, según los datos del Ministerio de Sanidad a junio de 2018, esperaban por una operación de cataratas más de 6.700 gallegos, para ser intervenidos por una hernia unos 2.400 y por una prótesis de cadera casi 1.400.

Desde el sector privado apuntan que podrían eliminarse las listas de espera si se incrementase la actividad concertada. El presidente de Ahosgal, José Ramón Santamaría, calcula que si con 60 millones hacen 20.000 operaciones, "con 120 millones se harían 40.000", lo que contribuiría a aliviar las listas de espera del Sergas.

La ley de garantías de prestaciones sanitarias, que entró en vigor en 2014, fijó un plazo máximo de 60 días para operarse en aquellos casos considerados Prioridad 1, con la condición de que si no es posible pagaría el coste de la intervención en un hospital privado. Sin embargo, cuatro años después se cumple el tiempo máximo fijado por Sanidade y ningún paciente que debe operarse con carácter urgente ha sido derivado a otro centro fuera de la red pública sanitaria.