Un 10% puede parecer un porcentaje bajo, aunque no lo es si hablamos de salud. Reducir en un 10% la cantidad de sal, azúcares y grasas saturadas de los alimentos para el 2020, que es la cantidad consensuada entre el Ministerio de Sanidad y la industria Alimentaria , es un gran paso en la lucha contra la obesidad y sus enfermedades asociadas, como la diabetes tipo 2, la hipertensión, el colesterol, enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer. Así lo entienden los nutricionistas gallegos y así lo reconoce también la propia industria alimentaria, que busca fórmulas para ofrecer productos más saludables.

"La gente puede preguntarse: ¿Y qué hay del otro 90%? Pero un 10% es un paso muy importante porque en España estamos muy por encima del máximo de consumo de sal y azúcar que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)", afirma Lara Rodríguez, nutricionista y responsable de innovación del Clúster Alimentario de Galicia, entidad que engloba a las principales empresas del sector, así como a entidades de investigación e innovación.

Aunque la media de la ingesta energética diaria procedente de los azúcares añadidos está cercana a los límites establecidos por la OMS (menos del 10% de la energía total diaria), los datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos en Población Infantil y Adolescente (Enalia) indican que el 53,9% de los niños y adolescentes supera este 10% establecido por la OMS y que los niños de entre 3 y 9 años son los que más sobrepasan este límite con un 70,5%. Asimismo, el 25,6% de los adultos y el 44,9% de las embarazadas lo superan.

"El paladar está acostumbrado a unos sabores determinados, como al dulce, por ejemplo, que es el primero que aprendemos a distinguir de pequeños. El azúcar, además, es una sustancia muy adictiva, más que la cocaína, porque activa la dopamina, el neurotransmisor que transmite la señal de placer", explica la nutricionista Amil López Viéitez, que respecto a la sal recuerda que 3/4 de lo que consumimos diariamente es sal oculta. "No es solo la que echamos a la comida, es la que esta lleva ya. Por eso reducirla un 10% es un gran paso", comenta.

La obesidad está considerada por la OMS como uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El organismo mundial advierte de que el número de niños obesos o con sobrepeso de 5 años o menos aumentó de 32 millones en 1990 a 41 en 2016, y que de seguir la tendencia al alza llegarán a los 70 millones de aquí a seis años.

Esta radiografía la completa los 124 millones de niños y adolescentes obesos de 5 a 19 años que había en 2016, según un estudio de The Lancet, frente a los 11 millones que había en 1975. Y España y Galicia no son ajenas a esta epidemia. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENSE) de 2017, en Galicia el 23,29 de los niños de entre 2 y 17 años está por encima del peso recomendado para su edad -el 6,8% son obesos y un 17,11% tiene sobrepeso-.

La reformulación de los alimentos, sin embargo, es algo que necesita tiempo, ya que requieren acciones de innovación por parte de las empresas y la aceptación del consumidor, aunque por otro lado, ya es algo que se ha comenzado a hacer. En este sentido, la delegación de Galicia de Coca-Cola recuerda que las bebidas bajas o sin calorías ya suponen un 52% de las ventas en España, lo que se enmarca, concreta en un comunicado, en "el compromiso de la compañía por ayudar al consumidor a reducir la ingesta de azúcar". "El paladar se puede educar y desde la industria se está trabajando para buscar soluciones de modo que sus productos sean cada vez más saludables y también más sostenibles, y precisamente el clúster está redactando un proyecto que va en este camino", asegura Rodríguez.

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