Reino Unido ha rebautizado a Facebook. Lo llama el gánster digital porque "se creen que están por encima de la ley" y se saltan las reglas "de manera consciente y deliberada" guiados por un único interés: ganar dinero. Estas son las conclusiones de un demoledor informe que ha hecho público el parlamento británico tras investigar a la red social durante 18 meses. La solución es tajante: Facebook no debería seguir autogestionándose y el gobierno tiene que intervenir para controlarlo.

El informe, realizado y publicado por el comité del Parlamento sobre Cultura, Digital, Medios y Deporte, dice haber detectado "amenazas graves" y urge a repararlas cuanto antes. Las propuestas británicas para controlar Facebook siguen dos líneas de actuación: obligar a la empresa de Zuckerberg a responsabilizarse de lo que se publica en su plataforma y a controlar los anuncios políticos.

Reino Unido sostiene que las compañías de medios sociales "no pueden esconderse detrás de la afirmación de ser simplemente una plataforma y sostener que no tienen ninguna responsabilidad en la gestión del contenido". En su informe habla de las "fuerzas malignas" que utilizan Facebook para acosar y dañar la imagen de otras personas con mensajes de odio o imágenes de índole sexual publicadas sin consentimiento. Para evitar estas conductas, Reino Unido propone someter a las redes sociales a un código ético regulado y vigilado por un órgano independiente. De no cumplirlo, se podrían emprender acciones legales. La idea es obligar a Facebook y otras plataformas a ser responsables legales de lo que ocurre en su cortijo.

En la esfera política, Reino Unido pide reformular las leyes sobre el uso de propaganda para que Facebook no pueda interferir a su antojo en unas elecciones y no recibir represalias. En Reino Unido tienen muy presente las votaciones sobre el Brexit, que podrían haber sido manipuladas por agencias de inteligencia extranjeras a través de la red social. Piden una investigación independiente sobre "influencia extranjera, desinformación, manipulación de votantes e intercambio de datos" en el referéndum sobre la independencia de Escocia de 2014, el referéndum de la UE de 2016 y las elecciones generales de 2017.

Los parlamentarios británicos también tienen para Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook. Creen que falló a la hora de mostrar "liderazgo y responsabilidad" en el escándalo de las noticias falsas. El último episodio de fake news ha tenido lugar en India, a raíz de un ataque a un convoy de seguridad en Cachemira en el que murieron 40 hombres. En Facebook ocurrió lo de siempre: se propagaron vídeos e imágenes de otros atentados en Siria o Irak y se dio información falsa de lo ocurrido. Aunque hace una semana la compañía anunció que reforzaría la red de "comprobadores" de noticias en India ante las elecciones de abril, el mecanismo no funcionó. Mientras Facebook se gestione a sí mismo, no habrá paz para la información.