Los organizadores de la cumbre convocada por el papa Francisco para la prevención de los abusos sexuales por parte del clero se reunirán hoy con entre diez y doce víctimas y activistas que llegaron a Roma para exigir el fin del encubrimiento y castigos ejemplares para los curas pederastas, entre ellas, el español Miguel Hurtado, denunciante del caso Montserrat.

"El comité organizador quiso reunirse con un grupo representante de víctimas. Serán unas 10 personas con las que nos reuniremos al margen de los encuentros en el Vaticano para sondear sus opiniones y expectativas ante este momento tan importante para la Iglesia católica", señaló el moderador del encuentro, Federico Lombardi. El exportavoz del Vaticano indicó que se va a mantener en secreto el lugar y el momento en el que va a celebrarse el encuentro "para garantizar la confidencialidad", si bien añadió que los participantes "son libres de hablar" con la prensa.

Miguel Hurtado, que será uno de los participantes de esta reunión que se celebrará hoy por la mañana, hizo pública recientemente su denuncia de abusos sexuales por parte del monje de Montserrat Andreu Soler, unos abusos que fueron encubiertos por los dos últimos abades, según ha denunciado. También está convocado a la reunión Juan Cruz, víctima de abusos sexuales por parte del exsacerdote chileno Fernando Karadima. Cruz ya se reunió con el papa Francisco y otras dos víctimas chilenas el pasado mes de mayo en el Vaticano. Estas víctimas no estarán presentes en la cumbre antipederastia del Vaticano, aunque organizaron diferentes acciones de protesta y para dar a conocer sus casos, de forma paralela al encuentro de obispos. Entre los 40 activistas que se han desplazado esta semana a Roma desde distintos países se encuentran dos españoles: Miguel Hurtado y Juan Cuatrecasas, padre de la víctima del caso Gaztelueta.

Lombardi se comprometió a acoger por escrito los mensajes de las víctimas de abusos con las que se reunirán para que su posición de alguna manera esté presente en los encuentros de obispos.

La cumbre, que reunirá a 190 participantes, entre presidentes de todas las Conferencias Episcopales del mundo, religiosos y otros expertos, comienza mañana concluirá con un discurso del papa Francisco el domingo.

"El momento de hacer justicia"

El hombre de confianza del Papa para investigar los abusos a menores por parte del clero y miembro del comité organizador de la histórica reunión para la protección de menores, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, explicó ayer que considera que ha llegado el tiempo de dar Justicia a las víctimas. Aunque Scicluna reconoció que en tres días "no se va a resolver el problema", defendió la importancia de la convocatoria de este encuentro. "Servirá a que se reconozca que los pastores tenemos una responsabilidad muy grande, tenemos que ser responsabilizados y no solo tomar conciencia de la gravedad de estos casos (de abusos) sino también del deber muy importante que tenemos para dar Justicia a las víctimas", afirmó Scicluna.

Por otro lado, la diócesis de Oakland (California, EEUU) publicó ayer una lista con los nombres de 45 curas acusados "de forma creíble" de haber abusado sexualmente de menores, sumándose así a las acciones que se están llevando a cabo en varios obispados del país.

Con el objetivo de "ayudar a sanar a aquellos que han sufrido" a causa de los abusos de los clérigos, el obispo de Oakland, Michael Barber, dirigió a sus feligreses una carta con el listado de nombres, en lo que llamó un "acto de remordimiento". "Son crímenes monstruosos, perpetrados por sacerdotes que se supone que deberían ser un modelo de virtud y gracia, no de pecado y dolor. Mi primera reacción cuando vi la lista con los nombres de los curas que han cometido abusos fue de una profunda vergüenza", aseguró Barber.

La lista la configuran 20 sacerdotes de la diócesis de Oakland, tres de otras diócesis y 22 miembros de órdenes religiosas como los Salesianos o los Franciscanos que ejercieron en algún momento dentro de los dominios del obispado. La mayoría de los curas cuyos nombres fueron publicados están muertos, y los que siguen con vida han sido excomulgados o expulsados de la vida eclesiástica.

Uno de los hombres que aparecen en la lista, Vincent Breen, fue acusado en los años ochenta de abusar de por lo menos ocho niñas en la parroquia en la que trabajaba, y falleció en 1986. La diócesis de Oakland (en el área de San Francisco) supervisa 84 parroquias y 54 colegios católicos.