Unos aliados de cuatro patas que no solo les ayudarán a mejorar la autoestima y la confianza sino que serán un apoyo clave cuando tengan que acudir a declarar al juzgado ya que les acompañarán para que los menores víctimas de violencia de género afronten esta situación con el menor estrés posible. Tres perros de terapia - Venus, Pot y Bosco- son los protagonistas de un proyecto que acaban de poner en marcha la Fundación María José Jove y la Asociación pola Igualdade e a Coeducación (Apico), dirigido a niños cuyas madres hayan sido maltratadas. Se trata de un programa pionero en España al combinar el acompañamiento al juzgado con los perros y la terapia con ellos de forma periódica. "Este año funcionará únicamente en los juzgados de Betanzos, pero el objetivo es poder ampliarlo a más juzgados gallegos", señaló ayer, durante la presentación en A Coruña, la secretaria de Apico, Lucía Seco.

El programa busca conocer las necesidades de estos pequeños. "La violencia de género supone romper, desestructurar a la familia, no solo afecta a la pareja. Desde la justicia no seremos capaz de garantizar su protección integral si el menor no es capaz de expresarse, si no sabemos lo que le pasa", indica el juez decano de los juzgados de Betanzos, Roberto Barba. Y para conseguir que los niños que han vivido en un contexto de maltrato se abran y comuniquen sus temores o preocupaciones, los perros jugarán un papel muy importante. "Gracias a la terapia con los animales, logramos muchas veces que los niños se abran más que con un profesional porque el perro es un amigo que no le juzga", explica una de las terapeutas de este programa Lucía Lombardía. "El objetivo de estas sesiones es mejorar la autoestima, confianza y seguridad del menor, que sean más tolerantes a la frustración, fomentar la empatía, reducir el estrés y la ansiedad", añade Lucía Seco.

Los niños acuden cada quince días a terapia con estos animales, al principio en sesiones individualizadas de 60 minutos que pueden abrirse a grupales, y durante al menos unos cuatro meses. Por el momento son tres los perros que participan en esta iniciativa: Venus, Pot y Bosco, educados desde cachorros para trabajar en la terapia animal y que cuentan con una amplia experiencia en este campo. "Han trabajado en hospitales, con personas con discapacidad, en cárceles, con mayores, con otros menores", explica Lucía Lombardía, quien indica cómo cada perro es diferente y por ello hay que ver cual se ajusta mejor a las necesidades del niño. " Venus, por ejemplo, tiene nueve años y contacta muy bien con niños con Tdah y Pot tiene una discapacidad visual, lo que nos permite trabajar la integración y que los niños vean que no es una limitación porque ven que el animal se adapta y puede hacer lo mismo aunque sea de otra forma", indica esta experta.

Y a la vez que se trabaja con el animal en estas sesiones y se refuerza la confianza entre ambos, el perro asignado al menor será el encargado de acompañarle al juzgado cuando el niño tenga que ir a declarar o realizar otro trámite. "Ir a un juicio no es algo habitual y por ello les ayuda el ir con el perro con el que previamente han trabajado porque ya es su amigo", indica Lombardía.

El programa -pionero en España al combinar el acompañamiento (que ya existe en juzgados de Madrid y Barcelona) y la terapia asistida- arrancó este mes como un proyecto piloto de un año del que podrán beneficiarse los menores cuyos casos lleve el juzgado de Betanzos. "Normalmente tenemos entre 150 y 160 casos de violencia de género al año", explica el magistrado Barba. Para el desarrollo del programa colaborarán también el centro de información de la mujer en Curtis, la asociación Mirabel o los agentes de la Guardia Civil de Betanzos ya que todos ellos informarán y asesorarán a los interesados sobre cómo participar en el programa, según explicaron ayer los creadores del proyecto.

Si la experiencia, como esperan desde la Fundación María José Jove y Apico, es positiva, el objetivo es ampliarla progresivamente a más juzgados gallegos con el objetivo de aprovechar las ventajas de trabajar con los perros para este colectivo.