El Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) hace un recorrido por la trayectoria artística de la coruñesa Ángela de la Cruz durante las últimas dos décadas a través de las 25 obras que componen la exposición Homeless, inaugurada ayer y que podrá visitarse hasta el 19 de mayo. Se trata de piezas que la artista realizó entre 1996 y 2018 y que representan momentos "clave" de la carrera de esta gallega que recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2017. Eso sí, se crearán asociaciones entre obras de distintas épocas y no se muestran por orden cronológico.

La exposición, que se inauguró ayer con presencia de De la Cruz -que vive desde 1989 en Londres- y el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, entre otros- lleva el título de Homeless en referencia a la obra del mismo nombre que la coruñesa diseñó en 1996. Una pieza que realizó rompiendo el bastidor que contiene el lienzo para convertir en tridimensional la pieza plana, borrando así los límites entre la pintura y la escultura. En palabras de la artista "es una escultura utilizando el lenguaje de la pintura y viceversa. Es una pintura y una escultura". El título también sugiere un tema que sigue siendo importante hoy en día y que se vincula con la preocupación de la artista por la actualidad, la desigualdad social, la situación política o los efectos del cambio climático.

Otra característica de la obra de esta artista coruñesa es el "continuo reciclaje" que hace de ella y que en esta muestra tiene su expresión en la pieza Extensión, en la que, por una parte, hay una pintura recién hecha, con su bastidor intacto y, colgando de ella, un viejo postizo a modo de extremidad en desuso. Además, como recuerdan desde el CGAC, De la Cruz se caracteriza por el uso de muebles domésticos como sillas, mesas o armarios en sus obras y en los últimos años, además, amplió los materiales usados al aluminio. "Su lenguaje artístico utiliza el humor en sus títulos para presentar obras impactantes que combinan la tensión formal con una presencia emocional más profunda", indican desde el museo.

Pese a contar con el Premio Nacional de Artes Plásticas y ser la única española finalista al Premio Turner (en 2010), De la Cruz ha sido más reconocida fuera que en su tierra. Prueba de ello es que no sería hasta 2015 cuando expuso sus obras en su ciudad natal aunque ella siempre ha reconocido "sentirse muy querida" en Galicia.

Tras sufrir una hemorragia en 2005 tuvo que cambiar su modo de trabajar y no realizar toda la obra. Es ahí cuando introdujo el aluminio como soporte que podían pintar otros.

Ahora puede verse la evolución que se produjo en su trayectoria durante las dos últimas década en esta exposición del CGAC.