Las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen un mayor riesgo de consumir sustancias adictivas y la explicación podría estar en su carga genética, y no solo en la "impulsividad", uno de los rasgos comunes a los pacientes diagnosticados con TDAH. En lo que respecta a este trastorno, el 75% tiene base genética y el 25% restante es atribuible a diversos factores ambientales.

Un equipo internacional en el que han participado investigadores de la Universidad de Barcelona, el Ciber de Enfermedades Raras (Ciberer) o el Vall d'Hebron Instituto de Investigación ha asociado por primera vez a un factor genético, variaciones en el gen LPHN3, el tener un mayor riesgo de consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias. "Las personas con TDAH tienen mayor predisposición a consumir sustancias como cannabis, alcohol y tabaco, al juego online y también son más conflictivos, y esto se debe a la impulsividad y a su incapacidad por mantener el control", explica Manuel Isorna, profesor de la Universidade de Vigo y experto en drogodependencias y TDAH. Por tanto, el vínculo entre el trastorno y las adicciones no es nuevo aunque ahora se añade la carga genética. El estudio, publicado en la revista Translational Psyquiatry, analizó 2.700 pacientes con TDAH.