Fatimatou, natural de Guinea Conakry, tiene 8 años y desde el pasado mes de enero una nueva vida. Con una cardiopatía que le impedía llevar una vida normal e imposible de solucionar en la sanidad de su país natal, la pequeña viajó hasta A Coruña de la mano de la ONG Tierra de Hombres para ser operada en el Materno Infantil Teresa Herrera. Ahora, Fatimatou -que ya corretea y juega como cualquier otro pequeño- está a la espera de la revisión médica que confirme que está plenamente recuperada y que ya puede volver con su familia. Como ella, casi un centenar de menores de seis países africanos vinieron a operarse a Galicia desde el año 2003 gracias al programa Viaje hacia la vida de esta entidad.

El objetivo de este proyecto es ayudar a niños cuyas patologías no pueden tratarse en sus países debido a la falta de tecnología adecuada en los hospitales o porque sus familias no tienen los recursos necesarios para costearlo. Las delegaciones de la ONG en seis países -Togo, Benin, Mauritania, Marruecos, Senegal y Guinea Conakry- son las que analizan a los posibles candidatos. "Los casos suelen llegar derivados de hospitales de la zona o por el boca a boca, familias que conocen a otras cuyos niños fueron operados en otro país", explica el delegado de Tierra de Hombres en Galicia, Raúl Besada, quien indica que tras analizar el entorno del menor -"se busca que haya implicación y compromiso por parte de la familia para garantizar un buen seguimiento del estado de salud del niño tras la operación", indica- y contar con un detallado informe médico del hospital local, éste se envía a España para ver si es posible la intervención en alguno de los centros con los que hay un convenio. "Se trata de patologías diversas de traumatología, maxilofacial, cardiopatías, etc...", sostiene Besada.

Una vez dado el visto bueno -algo, aseguran, que suele ocurrir casi en el 100% de casos que llegan hasta Tierra de Hombres- se organiza el traslado del menor al centro asignado ya sea en España (donde llegan cada año entre 40 y 50 menores) o Suiza (unos 300). "Voluntarios de la ONG les acompañan en el viaje que puede durar hasta dos días y una vez aquí viven con una familia de acogida hasta que se recuperan", indica Besada, quien explica que el pasado año trasladaron a cinco niños para operarse a Galicia y en 2017 fueron ocho. La ONG tiene convenios con el Materno, el Álvaro Cunqueiro (Vigo) y Nuestra Señora de la Esperanza e Instituto Policlínico La Rosaleda (Santiago).

A la labor de los médicos que operan, pasan consulta y tratan a los pequeños de forma totalmente altruista, se suman otros dos pilares básicos para el desarrollo de Viaje hacia la vida: las familias de acogida y los voluntarios que les ayudan en todo lo posible, especialmente durante la hospitalización del menor.

Lejos de su familia, en un país con otro idioma y en la mayoría de los casos con limitaciones graves de salud, lo primero es conseguir que los pequeños encuentren un hogar temporal en el que encuentren todo el cariño y apoyo que precisan en ese momento. Pese a que ya hay familias veteranas que llevan años acogiendo durante varios meses a los pequeños que llegan para operarse en el Materno de A Coruña, desde Tierra de Hombres demandan más familias dispuestas a la acogida. "Es una experiencia muy enriquecedora. Prueba de ello es que la mayoría repiten", señala Besada, quien anima a apuntarse aunque eso sí, quiere romper ciertos mitos o falsas creencias que pueden surgir entorno al programa. "Puede haber gente que crea que son niños con problemas o que estarían mejor aquí que en su país y no es así, son niños con familias queridas y felices que van a volver con sus familias porque esto es un proyecto de salud", indica Besada, quien destaca que por ello, la familia de acogida y la biológica nunca tienen contacto entre sí. "Es la ONG la que cada día informa sobre el estado del niño cuando está en el hospital a la familia biológica y la que después le envía una foto semanal para que vean al pequeño", indica el delegado de Tierra de Hombres, quien cree que si hubiese contacto entre ambas familias quizás se "distorsionase" lo que es "un proyecto de salud".

Las familias interesadas deben tener disponibilidad para encargarse de los pequeños durante la recuperación -en el hospital se realizan turnos con voluntarios de la entidad- y cumplir una serie de requisitos como comprometerse a cumplir con los consejos médicos dados o "no subir fotos de los niños a las redes sociales".