"Si el planeta fuese un banco ya lo habríais rescatado", reza una de las pancartas con la que el movimiento estudiantil por la defensa del planeta Fridays For Future (FFF o Viernes por el Planeta) ha iniciado este primero de marzo sus acciones en Madrid.

Eran apenas un centenar de jóvenes, pocos pero tan concienciados que parecían muchos más, concentrados frente al Congreso de los Diputados, para exigir a los representantes políticos "menos pasividad" y la adopción de medidas frente al cambio climático, en una suerte de ensayo de la movilización mundial convocada para el próximo 15 de marzo.

Al grito de "No hay planeta B" o "Ni un grado más, ni una especie menos", los más de un centenar de estudiantes que han desplegado un bosque de pancartas de cartón contra el cambio climático ante la escalinata del Parlamento evidencian que el movimiento estudiantil verde ha llegado a la capital de España para quedarse y manifestar su rechazo a lo que los jóvenes llaman crisis, no cambio climático.

"La prueba más clara del calentamiento global es que estamos en manga corta a primeros de marzo y hace mucho calor", ha asegurado la bióloga Raquel Fregenal, para quien las temperaturas de este invierno y los fenómenos meteorológicos adversos "no están siendo normales".

La razón es que "el cambio climático es una crisis a la que hay que poner una solución ya", y por eso exigen a los políticos "medidas urgentes", ha explicado a EFE Fernando Justa, integrante del movimiento FFF.

Todo ello acompañado de lemas como "No queméis nuestro futuro", "Hay más plástico que sentido común", "El capitalismo mata el planeta", "El clima no puede esperar", "+ Renovables y - Eléctrica" o "1/2 ambiente NO, Aire puro SÍ".

Y es que, para entender la protesta de este viernes en Madrid, hay que remontarse al origen del movimiento estudiantil por el clima.

Todo arrancó con Greta Thunberg, una joven activista sueca por el clima que a mediados del pasado 2018 inició la protesta tras manifestarse frente al parlamento de su país, una acción que "se ha convertido en un movimiento internacional" y que ha prendido, con desigual fuerza, en toda Europa.

En España, la mecha prendió por Cataluña (Girona y Barcelona) y ahora la representación de FFF ha extendido la convocatoria de huelga a "todos los viernes", ha explicado Justa.

Katrina Calderón, también integrante del movimiento FFF, ha reclamado al Gobierno que "escuche a la generación que más va a sufrir el cambio climático".

Los políticos, ha exigido, tienen que "escuchar a los científicos" y "tomar acciones concretas y reales", ya que los estudiantes "no somos los responsables de que no hagan caso a las evidencias científicas".

La bióloga Raquel Fregenal ha acudido a la concentración porque "necesitamos que se trate el problema como lo que es, una crisis", y ha subrayado la necesidad de "no quedarse de brazos cruzados e impedir que la temperatura siga subiendo".

"El cambio climático no entiende de clases sociales ni de especies, por lo que hay que actuar ya: es algo que nos afecta especialmente como estudiantes de Biología", ha manifestado un participante en la concentración.

Los estudiantes tienen claro que el tiempo se agota, así que planean movilizarse contra la inacción climática cada viernes y "hacer ver a los gobiernos que por culpa de sus políticas ambientales vamos a ser nosotros los que acabemos pagando el pato".