Cerca de 10.000 personas se congregaron ayer en la ciudad de Lugo en una manifestación unitaria convocada por la plataforma Galegas 8M bajo el lema Por todas as mulleres, por todos os dereitos, revolta feminista. Con gritos como "Aquí está, aquí se ve, o feminismo galego en pé" o "Esta é a nosa revolta", los manifestantes, en su mayoría mujeres, recorrieron las calles de la ciudad desde la explanada que alberga el edificio administrativo de la Xunta, en la Ronda da Muralla, hasta la Plaza Horta do Seminario.

La marcha, que arrancó algo más tarde de las 12.00 horas "debido a la gran multitud de gente que se congregó", también reunió a más de un centenar de batukeras que al ritmo de sus tambores amenizaron la concentración.

Según las estimaciones de la Policía Local, se reunieron cerca de 10.000 personas, muchas de ellas llegadas desde diferentes puntos de Galicia en los casi treinta autobuses habilitados. La organización mostró su satisfacción por la acogida que tuvo la convocatoria, "a pesar de haber reunido a menos gente que el año pasado en Vigo", ya que, a su juicio, "Lugo es una ciudad con menos población y es más difícil desplazarse hasta allí".

Galegas 8M subrayó que las mujeres de Lugo estuvieron "muy volcadas y emocionadísimas" con la convocatoria porque "ellas siempre tienen que desplazarse a otros sitios". "Solo por esto ya ha merecido la pena realizarla aquí", añadieron. "Se nota un ambiente festivo, hay gente que ha venido disfrazada por carnaval. Hacemos un balance muy positivo", destacó Cristina S. Marchan, miembro de la organización.

Sobre las 14.00 horas, los manifestantes llegaron a la plaza Horta do Seminario, donde la escritora y activista María Reimóndez y la militante feminista María Osorio leyeron el manifiesto de la convocatoria. Después, alrededor de las 14.30 horas, el grupo de música y baile Batuko Tabanka, integrado por mujeres de Cabo Verde afincadas en Burela, amenizaron el acto. A partir de ahí, muchos de los participantes se desplazaron hasta el aparcamiento contiguo, donde se habían instalado puestos de comida. La organización ha asegurado que de cara el año que viene, "seguirá con el esquema de itinerancia", pero no adelantó la ciudad que albergará la protesta.

Entre los asistentes a la movilización estuvieron varios representantes políticos, como la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón; la portavoz de la coordinadora de En Marea, Ana Seijas; la coordinadora nacional de Esquerda Unida, Eva Solla; la vicesecretaria xeral de Igualdade del PSdeG, Icía García, así como representantes del Partido Popular de Lugo y de Ciudadanos.

La vicesecretaria xeral del PsdeG, Icía García, llamó a toda la sociedad a secundar las concentraciones convocadas para el próximo viernes "en un momento en el que la derecha está cuestionando con dureza el trabajo en favor de la igualdad", que se refleja, según García, "en las declaraciones de sus principales líderes a nivel nacional cuando hablan sobre la violencia machista o la interrupción del embarazo".

"No toleraremos un paso atrás", subrayó la diligente socialista, ya que la igualdad entre mujeres y hombres es "un objetivo irrenunciable" en el que aún queda "mucho camino por avanzar".

También la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, pidió en la concentración un "8M masivo" para así "parar los pies a esa derecha, carca y rancia, que de nuevo lo que está poniendo en cuestión son los derechos de las mujeres".

"Es el momento de decirle alto y claro a los Gobiernos que no tomaron nota del malestar que tenemos las mujeres. Un malestar que significa estar hartas de discriminación, hartas de cobrar menos por hacer el mismo trabajo, hartas de ver cómo el cuidado sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres y hartas de sufrir precariedades", subrayó Pontón.

Por su parte, la portavoz de En Marea, Ana Seijas, señaló que este viernes será "otra demostración de lo imparable que es el feminismo". "Cada vez que hay una crisis, los primeros derechos que se ponen en duda son los de las mujeres, nunca están completamente asegurados", criticó.

La coordinadora nacional de Esquerda Unida, Eva Solla, reivindicó "la necesidad de romper esa cadena que responsabiliza a las mujeres en las tareas de cuidados" y ha reclamado "medidas reales" para acabar con la brecha salarial.