-¿Cree que las mujeres lo tenemos más difícil?

-Personalmente nunca he tenido más dificultades por ser mujer, ni en la carrera, ni en el máster, ni ahora en el doctorado; sin embargo, ves que hay más profesores que profesoras, o en general más hombres que mujeres en puestos de responsabilidad. Así que en algún momento han tenido que ponérselo más difícil a ellas. Ojalá la sociedad cambie a tiempo y las chicas de nuestra generación no llegar a encontrarnos esas barreras que se han encontrado las generaciones anteriores.

-¿Qué hay que cambiar para una igualdad real?

-Tenemos que crearla, no renunciar nunca a nada por ser mujeres. El otro día estaba con una compañera y alguien habló de su decano. Nos sorprendimos. Nosotras siempre hemos tenido decana: primero Victoria Otero y ahora Elena Vázquez Cendón, ambas con equipos formados solo por mujeres. Ahora nadie duda de que nuestra facultad pueda ser dirigida por mujeres, e igual hace unas décadas sí. Para una igualdad real necesitamos más mujeres como ellas, que se arriesguen a ocupar puestos en los que saben que van a ser juzgadas, pero que demuestren con su trabajo que no tienen nada que envidiar a un hombre. La igualdad matemática sería un 50% de mujeres en todas partes, la real será cuando no nos importen los porcentajes.