Antes de empezar Matemáticas estudió un año Arquitectura, pero no le gustó. Erika Diz (Fene, 1994) acaba de recibir el Premio Fin de Carrera (de los titulados en 2017). Y ella es la nota más alta de todos los galardonados: un 9,79 en el Grado de Matemáticas por la Universidade de Santiago (y un 9,975 en el máster que cursó después). Por cierto, de los 68 premiados en esta edición, casi un 70% mujeres.

-¿Cómo consiguió esas notas en la carrera?

-Lo fundamental es estudiar, aunque lo fundamental debería ser aprender y no lo es. Las notas reflejan lo que has hecho en unos cuantos exámenes concentrados en unas semanas. Durante el curso aprendes lentamente cosas que recuerdas mejor.

-¿Cómo estudiaba?

-En la época de exámenes mucho, todo el día, nunca toda la noche. El resto del curso, debido a las características de mi carrera, más que estudiar hacía ejercicios, problemas, que también requieren bastante tiempo.

-¿Le sorprende la reacción de otras personas por su nota?

-No creo que la gente se sorprenda por ser joven. Sí que algunos se sorprenden de que en una carrera científica como matemáticas la mejor nota sea de una mujer. No sé si porque siguen creyendo que se nos deberían dar peor o porque creen que no hay muchas mujeres que estudiemos esto. Los que viven la realidad de la facultad no estarán nada sorprendidos.

-Matemáticas es una de las carreras científicas con mayor número de alumnas en comparación con otras y desde hace años...

-Sí. Creo que el número de chicos y de chicas estaba siempre bastante igualado.

-¿Tiene la sensación de que las alumnas son "más aplicadas"?

-Eso es como una creencia general: las chicas más estudiosas, más trabajadoras, y los chicos más listos, y como todas las cosas que se dicen en general, es mentira. Tal vez somos más perfeccionistas y nos esforzamos más en hacerlo todo bien, en no fallar, pero de nuevo es algo muy general; al final todo depende de la persona, sea chico o chica.

-Sabe que en otras carreras técnicas escasean las alumnas. ¿Qué consejos les daría?

-El mejor consejo es que tienen que hacer lo que les guste y que tengan claro que ser chica no supone ninguna limitación, no son menos válidas, pueden hacer lo que quieran y llegar a donde se propongan.

-¿Cree que tenemos referentes suficientes en esta disciplina?

-Por supuesto que no. Si pienso en lo que estudié hasta Bachillerato, en qué nombres propios salían en matemáticas, creo que no se pasaba de Pitágoras, Bolzano, Gauss... poco más. Hay dos cosas destacables: la primera que no se habla de matemáticos actuales, todas las referencias son históricas y es importante que se conozca que hay matemáticos en la actualidad, personas que están ahora mismo investigando en matemáticas, resolviendo problemas y colaborando en muchas otras disciplinas. El otro hecho importante es que las mujeres matemáticas existen, tanto en la historia como en la actualidad, así que también hay que hablar de ellas. También tienen que ser referentes.

-¿Qué es para usted ser matemática?

-Es pensar diferente sin darte cuenta, ver los problemas de otra forma, intentar entenderlo todo. A veces es excesivo. Cuando pregunto algo a mis amigas que estudian medicina e intentan explicármelo me dicen: "esto no puedes pensarlo como matemática"; a veces no puedes controlarlo todo como nos gustaría a los matemáticos.

-¿Qué cree que es para la sociedad? ¿Cómo les ven?

-Para muchos ser matemática es ser profesora de matemáticas. Además, sigue habiendo estereotipos. Un día teníamos una cena de la facultad y por la puerta se asomaron dos chicas de otra carrera y les escuché decir: "¿Estos son los de matemáticas? ¡Pero si parecen normales!". Así que la sociedad en general debería hacer lo mismo, asomarse un poco más a conocer a los matemáticos. Verán que no somos lo que esperan.

-Está actualmente con el doctorado. ¿Tiene claro que quieres ser docente?

-Sí, tanto la docencia en la Universidad como en Secundaria me encantarían. Lo único que tengo igual de claro es que no quiero irme de Galicia, así que espero que se nos dé la oportunidad de hacerlo aquí.

- ¿Le gusta mucho investigar?

-Investigar es aprender y si quieres enseñar no puedes dejar de aprender. En mi caso prefiero investigar sobre cuestiones que se apliquen a problemas reales, mi tesis trata sobre ecuaciones de Lotka-Volterra, que pueden modelizar la competición entre especies, problemas de economía o reacciones químicas, por ejemplo.