El abuso en el consumo de antibióticos se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública porque está provocando que algunas bacterias sean cada vez más resistentes a estos fármacos y, por lo tanto, más difíciles de combatir. De ahí que estos medicamentos deban tomarse siempre bajo prescripción médica. Pero algunos ciudadanos se saltan esta norma y se automedican. Así lo reconocen en la encuesta realizada por el Ministerio de Sanidad para el Barómetro sanitario. Casi 27.000 gallegos tomaron antibióticos sin receta en las dos últimas semanas. Y la mayoría, unos 16.000, los compraron en las farmacias, pese a que esto se considera mala praxis y los farmacéuticos se arriesgan a multas que superan los 30.000 euros. El resto los tenía en casa, sobrantes de otros tratamientos.

El 11% de los gallegos consume antibióticos sin receta. Una encuesta elaborada por la Consellería de Sanidade alertaba ya de los riesgos del consumo de estos fármacos sin prescripción médica y advertía de que son sobre todo los jóvenes los que más deciden automedicarse por su cuenta y riesgo: tres de cada cuatro admitía haber consumido antibióticos sin receta.

Los farmacéuticos no pueden dispensar estos medicamentos sin la prescripción de un médico. Sin embargo, seis de cada diez gallegos que toman estos fármacos sin receta los consiguen en la farmacia, según la encuesta del Ministerio de Sanidad.

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El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Ourense, Vicente Jairo Álvarez, defiende la buena praxis de las farmacias gallegas y señala que serán "muy pocos casos" los que se saltan la norma. "Puede ocurrir, pero no sería lo correcto", advierte.

El responsable de los farmacéuticos ourensanos advierte que las boticas tienen la "presión" de los usuarios que les piden la dispensación de antibióticos pese a no tener receta. Asegura que si alguien quiere hacer una mala praxis puede vender estos fármacos sin prescripción, "pero se arriesgan a multas". Explica que puede haber inspecciones a las boticas donde se comprueba los antibióticos que han adquirido y los cotejan con las ventas y las recetas. "Las multas pueden ser de más de 30.000 euros", aclara.

Pero hay otra forma más sencilla de automedicarse sin receta: unos 11.000 gallegos deciden tomarse los antibióticos que tienen en casa y que les sobraron de otros tratamientos.

El 12% de los encuestados admite, de hecho, que guarda envases enteros de medicamentos prescritos por su médico en casa. En casi la mitad de los casos está justificado porque se los recetaron por adelantado para que no le faltaran, pero hay un 36,5 por ciento que simplemente los dejaron porque cambiaron de tratamiento y otro 13,5 por ciento que optó directamente por no tomarse los fármacos pese al consejo médico.

La otra cara de la moneda son los gallegos que no toman la medicación prescrita por motivos económicos. En el último año la cifra se redujo, sin embargo, casi a la mitad y solo 41.600 personas dejaron de tomar el fármaco recetado por falta de dinero.

La cuantía media que paga cada gallego al mes por los medicamentos con receta es de 13,61 euros.