Siempre tuvo claro que quería ser médico, con un objetivo muy definido, "cuidar". Y cuando le llegó el momento de elegir, se decantó por una especialidad con un contacto más directo con el paciente, que le permitiese "una visión más global de la patología y el enfermo". "La oncología médica cumplía claramente estos dos aspectos, y además tenía un atractivo adicional: había mucho por hacer, y la investigación constituía un pilar fundamental de la especialidad", explica Rosario García Campelo, especialista del Servicio de Oncología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) y destacada referente en investigación sobre cáncer de pulmón.

"Mi interés por esta enfermedad en concreto también llegó muy pronto, haciendo el segundo o tercer curso de la residencia (MIR) y, sin duda, el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) tuvo mucho que ver en que hoy me dedique a esta patología. Y es que, pese a lo complicada que es esta dolencia, eran pioneros en la forma de investigarla, de intentar entenderla, y en el planteamiento del abordaje terapéutico", señala García Campelo.

La doctora García Campelo forma parte, en la actualidad, de la junta directiva del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, donde ocupa una de las vocalías, y es una de las investigadoras españolas sobre cáncer de pulmón más respetadas. A finales del pasado año, sin ir más lejos, presentó en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica un trabajo coordinado desde el Chuac para el Grupo Español de Cáncer de Pulmón, en el que participaron hospitales de toda España, incluidos los de A Coruña, Santiago y Lugo. El congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (Asco) impone, pese a que la especialista gallega es toda una veterana. "Estamos viviendo un momento precioso en el tratamiento de esta enfermedad y, aunque llevo veinte años en la profesión, me siento una privilegiada de trabajar en esto", asegura la oncóloga del Chuac. "Hemos pasado de tener alternativas terapéuticas muy limitadas, al nuevo escenario de la medicina personalizada, que hoy nos permite tratar de una forma más específica y eficaz a determinados subgrupos de pacientes. Y también es indiscutible el papel de la inmunoterapia, que ha supuesto uno de los grandes avances en la historia del cáncer de pulmón. Y esto no es más que la punta del iceberg del futuro que está por venir", añade.

Aunque desprende entusiasmo cuando habla de su profesión, la doctora García Campelo reconoce que la carrera investigadora implica "un sacrificio" del tiempo dedicado al ocio y, sobre todo, a la familia. "Tengo dos hijos y es verdad que he tenido que renunciar a muchos momentos con ellos y también con mi pareja, pero tengo mucha suerte, porque mi familia siempre ha estado ahí, apoyándome, en cada paso que doy", apunta la oncóloga del complejo hospitalario coruñés, e insiste en que tener un entorno "que te entienda, te apoye, se implique en tu labor y sea parte de ese motor que te empuja a seguir investigando es fundamental". "En este sentido, soy muy afortunada", remarca.

La doctora García Campelo afirma que el hecho de ser mujer no ha supuesto, en su caso, un hándicap a la hora de dedicarse a la investigación en su campo, aunque admite que sí hay barreras de género en Oncología, y remite a un reciente informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) en el que, precisamente, se pone cifras a esta realidad. Aún así, reitera que ella no se ha encontrado con grandes dificultades en este sentido. Y aunque admite que en el sector sanitario las mujeres ocupan "un espacio importante", asegura que también en ese área existe el denominado techo de cristal. "Nos falta ocupar más puestos de responsabilidad. Las cátedras y las jefaturas de servicio todavía están ocupadas, en un porcentaje mayor, por hombres", indica.