El centro Sagrado Corazón Jesuitas de Logroño ha apartado de su colegio a un religioso tras ser denunciado como autor de abusos sexuales a menores ocurridos hace unos años en Gijón -donde impartió clase de Religión a alumnos de ESO entre 2005 y 2008- y ha acordado que no tenga contacto con menores. La Compañía de Jesús reveló que este religioso -que ayer declaró ya en un juzgado de Asturias- también trabajó en el colegio de la congregación en A Coruña, durante cinco años, y en Logroño, pero que no han recibido ninguna denuncia de alumnos de estos colegios.

La Compañía, que ha pedido perdón por lo sucedido, explicó ayer que el pasado 12 de enero conoció estos hechos y retiró inmediatamente al sacerdote a la Casa de Ejercicios de Villagarcía de Campos (Valladolid), donde no tiene contacto con menores, hasta que se aclare lo sucedido. La congregación asegura que colabora con la justicia en la investigación y también ha iniciado el proceso canónico pertinente.

La orden religiosa expresó su apoyo a la posible víctima y a su familia por el "sufrimiento que la conducta de un miembro de su orden le haya podido generar", por lo que ha pedido "perdón" y ha lamentado "profundamente" que algo así haya podido ocurrir en una de sus instituciones. Ha aclarado que no se había informado sobre esta denuncia hasta ahora por la petición expresa de la víctima y su familia de evitar todo tipo de publicidad. Sin embargo, dado que han comenzado a existir "rumores y filtraciones", la congregación consideró oportuno informar esta semana a la comunidad educativa, de modo que Jesuitas Logroño envió un comunicado a los padres de los alumnos y al profesorado del centro escolar .

La Compañía de Jesús ha precisado que la instrucción judicial de la causa está en curso y, hasta que se concluya y como el jesuita está apartado del contacto con menores, ha pedido "prudencia ante el derecho de cualquier persona a la presunción de inocencia". También ha reafirmado su compromiso con la protección de los menores y las personas vulnerables para hacer de sus instituciones "entornos protegidos y seguros".

El delegado de Educación de la Compañía de Jesús en España, Antonio Allende, aseguró que llevan casi tres años investigando los posibles casos de abusos a menores dentro de su orden religiosa con la creación de Comisiones de escucha en los centros educativos o en ciudades en las que tienen noticia de "rumores" o denuncias contra alguna persona de la institución.

Hasta ahora, Allende indicó que la Compañía de Jesús tiene constancia de este caso de Gijón y de otro de presuntos abusos por parte de otro religioso del colegio logroñés que, al parecer, ocurrió en Salamanca en la década de los años ochenta. Además, ha reconocido otros casos de abusos cometidos en Barcelona por los jesuitas Pere Sala en los 80 y Luis Tó, y hay también otros tres casos que se estudian en un colegio de Bilbao. Los jesuitas cuentan en España con 68 colegios en los que estudian unos 80.000 alumnos y trabajan más de 5.000 docentes, de los que solo 70 son sacerdotes jesuitas.

Allende reconoce que no es fácil investigar estos casos de abusos a menores porque implica reconocer que "te has equivocado, que lo has hecho mal y que has hecho daño a la gente" y, además, "después de hacerles daño, no hemos sabido responder". Pero aseguró ayer que tanto la Compañía de Jesús como toda la Iglesia española "quiere atender a las víctimas" y debe encontrar la mejor forma de hacerlo.