Víctimas de abusos sexuales en la Iglesia salieron "escépticos" de una reunión "cordial" con el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Ricardo Blázquez, en la que apreciaron "empatía" y "receptividad" pero "sin compromisos". "Nos ha escuchado, ha dado su punto de vista, está convencido de que no estamos hablando de pecado sino de delito, lo cual es un paso importante. Está a la espera del vademécum del Papa. Coincide con todas nuestras reivindicaciones, ha sido bastante receptivo en lo que le hemos dicho y no ha habido compromisos de actuación", explicó el presidente de la Asociación Infancia Robada y padre de la víctima del caso Gaztelueta, Juan Cuatrecasas. En el encuentro también estuvo presente el vicepresidente de la asociación Infancia Robada, Javier, víctima del caso de La Bañeza (León), que prefiere mantener su anonimato.

La reunión se prolongó durante dos horas, desde las 14.30 hasta las 16.30, cuando las víctimas regresearon a la puerta de la Conferencia Episcopal junto al cardenal Blázquez, que no quiso hacer ninguna declaración. "No voy a decir nada", respondió el arzobispo a las preguntas de los periodistas tras la reunión. El cardenal despidió a las víctimas con sendos abrazos.

Investigar hasta los años 60

El presidente y el vicepresidente de Infancia Robada pusieron a disposición del cardenal Blázquez un documento con sus reivindicaciones, entre las que reclaman que la Iglesia investigue los casos de abusos del pasado hasta 1960, algo a lo que Blázquez "no se ha comprometido", según Cuatrecasas, aunque observó en él "cierta rectificación" sobre lo que dijo en la rueda de prensa de hace dos semanas: que la CEE no iba a realizar una investigación de los casos del pasado. "Ha habido cierta rectificación, ve claro que la línea del Vaticano es investigar todos los casos. Nosotros hemos marcado un plazo lógico: investigar hasta los años 60. Más allá probablemente el actor y la víctima hayan fallecido pero hay que marcar un tiempo y nos parece ajustado. Por parte de él ha habido cierta empatía, tampoco hubo compromiso pero ve que lo que dijo no estaba dentro de la lógica. Ha habido un cierto titubeo a la hora de seguir manteniendo en pie lo que dijo en la rueda prensa", subrayó Cuatrecasas. Las víctimas también exigen en su documento "monitorizar por personas independientes a la jerarquía eclesiástica" para comprobar que se toman medidas concretas y con plazos de actuación; y que en la Comisión antipederastia de la Conferencia Episcopal no haya solo sacerdotes, sino también profesionales imparciales y víctimas "cuyas voces y experiencias son valor innegable a la hora de tomar medidas".

Según indicó Cuatrecasas, también pidieron a Ricardo Blázquez que sus reivindicaciones sean contempladas por la Iglesia española si no figuran como normas en el vademécum que publicará próximamente el Papa Francisco.